Kaing Guek Eav, alias Duch, falleció este miércoles a los 77 años en Camboya, donde en 2010 se convirtió en el primer condenado por los crímenes del Jemer Rojo juzgados en un tribunal internacional.
Duch, el jefe de la prisión de seguridad S-21 del régimen de Pol Pot, falleció en el Hospital de la Amistad Jemer-Soviética de Nom Pen a las 00.52 horas (17.52 GMT del martes) mientras cumplía cadena perpetua por crímenes contra la humanidad, informó en Twitter Neth Pheaktra, un portavoz del tribunal.
El responsable jemer, que llegó a mostrar su arrepentimiento durante el juicio, fue responsable de la tortura y muerte de mas de 12.000 personas en la prisión S-21 (Tuol Sleng) en la capital camboyana.
Un antiguo profesor de matemáticas, Duch documentó minuciosamente los prisioneros que ingresaban en la cárcel, que ahora es un museo de la memoria en el que se exhiben las fotografías de las víctimas y las celdas donde eran torturadas.
Los jemeres rojos, un grupo maoísta que quería abolir la propiedad privada y ruralizar el país, tomaron el poder en 1975 e impusieron un régimen represor hasta que fueron expulsados en 1979 por tropas vietnamitas, que también eran comunistas pero del bando soviético.
Unas 1,7 millones de personas murieron debido a las purgas, las hambrunas y el maltrato durante el Jemer Rojo, liderado por el hermano “número uno”, Pol Pot, que falleció en 1998 en la selva norte de Camboya.
El tribunal auspiciado por la ONU se puso en marcha en 2006 y, además de la condena contra Douch, sentenció a dos cadenas perpetuas en 2014 y 2018 a dos líderes del Jemer Rojo, Nuon Chea y Khieu Samphan.
En la segunda condena contra Nuon Chea, el “número 2”, y Khieu Samphan, exjefe del Estado, el tribunal reconoció por primera vez la comisión de genocidio por parte del Jemer Rojo contra las minorías vietnamita y la musulmana cham.
Nuon Chea falleció el año pasado, mientras que otros cabecillas del régimen, Ieng Sary y Ieng Thirith, fallecieron en 2013 y 2015, respectivamente, antes de ser sentenciados.
Pol Pot murió en el último bastión de la guerrilla maoísta en el norte de Camboya, prisionero de sus propios seguidores y meses antes de que estos acordaran su disolución en negociaciones con el Gobierno central.
Con información de EFE
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