El laboratorio especial de las Fuerzas Armadas alemanas que ha analizado muestras tomadas al dirigente opositor ruso Alexei Navalny ha encontrado “pruebas inequívocas” de que fue envenenado en Rusia con un agente nervioso del grupo Novichok, según ha informado un portavoz del Gobierno alemán.
“Se han encontrado pruebas inequívocas del suministro de un agente nervioso del grupo Novichok”, ha asegurado en un comunicado el portavoz del Ejecutivo alemán, Steffen Seibert, tras los análisis realizados por el laboratorio especial de las Fuerzas Armadas alemanas a instancias del hospital Charité de Berlín, donde permanece ingresado.
El gobierno alemán exigió a Rusia explicaciones “urgentes” sobre el caso, que calificó de “chocante”.
“El gobierno condena este ataque en los términos más enérgicos. Se solicita urgentemente al gobierno ruso que proporcione aclaraciones sobre el incidente”, dijo Seibert.
“Solo el estado (FSB, GRU) puede usar Novichok. Esto está más allá de cualquier duda razonable”, dijo por su parte en Twitter Ivan Zhdanov, director de la Fundación Anticorrupción de Navalny, refiriéndose a los servicios de inteligencia militar de seguridad interna y GRU del FSB.
Navalny se sintió mal el pasado 20 de agosto mientras volaba de regreso a Moscú desde Siberia, obligando a realizar un aterrizaje de emergencia al avión en que viajaba en la ciudad de Omsk, donde quedó ingresado en coma en la UCI con respiración asistida.
Tras ello, su portavoz, Kira Yarmish, sostuvo que este había sido envenenado con alguna sustancia que se introdujo en el te que tomó por la mañana en el aeropuerto. Sin embargo, los médicos llegaron a la conclusión de que lo que sufrió Navalny fue un “trastorno metabólico” provocado por una fuerte caída del nivel de azúcar en la sangre. Finalmente, el opositor fue evacuado en un avión medicalizado fletado por la ONG Cinema for Peace el 22 de agosto a Berlín.
El hospital de Charite ha informado de “alguna mejoría” en la condición de Navalny, pero, sin embargo, permanece en coma inducido médicamente y con un ventilador.
El caso ha establecido paralelismos con dos presuntos envenenamientos relacionados con el Kremlin en Gran Bretaña.
En 2006, se culpó al presidente Vladimir Putin de la muerte por envenenamiento por radiación del ex agente de la KGB Alexander Litvinenko en la capital británica.
En 2018, el Kremlin también fue acusado de estar detrás del intento de asesinato del ex agente doble Sergei Skripal en Salisbury, suroeste de Inglaterra, utilizando un agente nervioso Novichok.
El gobierno alemán dijo que informará a los socios de la OTAN y la UE sobre sus hallazgos y buscará una reacción conjunta sobre el caso.
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