Igual que centenares de periodistas filipinos del gigante audiovisual ABS-CBN, Dhobie de Guzman, el presentador de un noticiero regional, se quedó sin trabajo porque su grupo, muy crítico con el poder, perdió su licencia.
Este gigante de la radio, la televisión e internet, crítico con la política del presidente Rodrigo Duterte, tuvo que cerrar puertas tras la caída de sus ingresos publicitarios provocada por la decisión del Congreso de no renovar su licencia de explotación.
“Es doloroso”, dice De Guzman, tras la emisión el viernes de su último noticiero en la región norte de la isla de Luzón.
“Haces tu trabajo de manera responsable, haces tu parte para cambiar la vida de los ciudadanos y luego al final pierdes tu tribuna”, dijo con amargura a la AFP el presentador desde su estudio de televisión, situado a 240 kilómetros al norte de Manila.
En julio, el Congreso filipino votó contra otorgar una nueva licencia de 25 años a ABS-CBN. La licencia anterior había expirado en mayo. También fue rechazada la apelación del grupo ante la Corte Suprema.
El grupo audiovisual, que pertenece a la rica familia Lopez, emite desde 1953, con una interrupción entre 1972 y 1986, cuando fue embargado por el dictador Ferdinand Marcos, que Duterte admira.
Desde su llegada al poder en 2016, el presidente ataca con frecuencia a los medios que critican su política, incluida su sangrienta y polémica campaña contra el tráfico de drogas.
Aunque niega cualquier implicación en el voto del Congreso, Duterte actuó en el pasado para evitar la renovación de la licencia de ABS-CBN.
Desde que en mayo perdió la licencia, el gigante audiovisual continúa emitiendo muchos programas de información y de entretenimiento pero solo por cable e internet.
Sin embargo, la caída de la mayor parte de sus ingresos publicitarios lo obligó a reducir considerablemente sus costos.
“Día muy sombrío”
“Desgraciadamente, los ingresos publicitarios [procedentes de la emisión digital] no son tan importantes como los de la difusión”, dice Regina Reyes, directora de información de ABS-CBN.
Tras el cierre el viernes de numerosas cadenas regionales, la mayoría de la red tenía previsto dejar de emitir este lunes. Muchos de sus periodistas y presentadores dejan sus funciones y miles de puestos de trabajo están amenazados.
Desde hace décadas, ABS-CBN, que dispone de una amplia red a través de todo el archipiélago, tiene un papel esencial en la difusión de información, especialmente sobre catástrofes naturales como tifones, sismos o la epidemia de coronavirus en curso.
Para muchos habitantes, sobre todo los más aislados que tienen poco acceso a internet, es su única fuente de información.
Así, en algunas regiones, los pescadores confían en sus informaciones para saber si las condiciones meteorológicas permiten salir al mar, asegura Regina Reyes.
“No todo el mundo tiene acceso a internet, a la radio o a los periódicos” apunta por su parte Micaella Ilao, periodista para la televisión en Baguio, en el norte de Manila.
“La supresión [de la difusión televisada] deja a la población sin información fiable”, asegura.
La Asociación de Corresponsales Extranjeros de Filipinas calificó el cierre de las cadenas regionales de ABS-CBN de “día muy sombrío para los medios independientes” en el país, situado en el lugar 136 de 180 en la clasificación de la organización Reporteros Sin Fronteras.
(Por por Ron Lopez, con Cecil Morella en Manila, AFP)
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