La Comisión Europea anunció este lunes su participación en el mecanismo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para facilitar el acceso de países pobres a la vacuna contra el coronavirus con 400 millones de euros (477 millones de dólares) en garantías.
El 18 de agosto, la OMS envió una carta a sus 194 países miembros, a los que instaba a adherirse antes del 31 de agosto a su dispositivo llamado COVAX sobre un acceso mundial a la vacuna contra el covid-19.
Su objetivo es incitar a los laboratorios a fabricar cantidades suficientes de vacunas y garantizar su disponibilidad para los países en desarrollo.
“La Comisión anuncia hoy una contribución de 400 millones de euros al COVAX para colaborar en la adquisición de futuras vacunas destinadas a los países de renta baja y media”, anunció la presidenta del ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen.
En paralelo, la Comisión firmó el pasado jueves en nombre de los 27 un primer contrato con el laboratorio farmacéutico británico AstraZeneca para permitir la compra de una vacuna anticoronavirus.
Asimismo, Bruselas continúa negociando con otros laboratorios para alcanzar acuerdos similares que permiten garantizar millones de dosis de eventuales vacunas para sus países miembros, así como para los países menos desarrollados.
Qué es el mecanismo COVAX
El dispositivo de acceso global a la vacuna contra la Covid-19, conocido con el nombre de COVAX, fue lanzado por la OMS para luchar contra el “nacionalismo de las vacunas”. Hace dos semanas, el organismo indicó que más de 170 países --que representan casi al 70% de la población mundial--dijeron que querían integrarse al mecanismo o al menos habían manifestado su interés.
Una vez que las vacunas estén disponibles, la OMS propone que sean atribuidas en dos fases siguiendo el mecanismo COVAX.
“Durante la primera fase, las dosis serán distribuidas de manera proporcional y simultánea a todos los países participantes (en COVAX), con el objetivo de reducir el riesgo global. En la fase 2, se tendrá en cuenta la amenaza y la vulnerabilidad de los países”, explicó hace dos semanas el director general de la OMS Tedros Adhanom Ghebreyesus.
“La manera más rápida de poner fin a esta pandemia y reactivar las economías es comenzar por proteger a las poblaciones más expuestas en todas partes del mundo, y no a poblaciones enteras en unos pocos países”, advirtió.
“Se dará prioridad a los trabajadores que están en primera línea (de fuego) en los establecimientos de atención sanitaria y social, puesto que son fundamentales para atender y proteger a la población, y se encuentran en contacto estrecho con colectivos con un alto riesgo de mortalidad”, o sea, con los mayores de 65 años y aquellos con otras patologías que pueden combinarse de manera negativa.
“Para la mayoría de los países, una atribución (de vacunas) durante la fase 1, que permita alcanzar al 20% de la población, cubriría la mayoría de los grupos de riesgo”, señaló el director general de la OMS.
En tanto la carrera por las vacunas se intensifica, la pandemia del coronavirus ha provocado más de 845.000 muertes en todo el mundo desde fines de diciembre.
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