La embajada de Estados Unidos en Moscú pidió este martes a las autoridades rusas que lleven a cabo una “investigación inmediata” sobre el presunto envenenamiento del líder opositor ruso, Alexei Navalny, quien se encuentra hospitalizado en Alemania y en coma tras ser transferido de Rusia.
La tesis del envenenamiento avanzada por los médicos alemanes “convierten en necesaria una investigación inmediata, completa y transparente de parte de las autoridades rusias”, declaró el embajador estadounidense en Moscú, John Sullivan, citado en Twitter por su portavoz, Rebecca Ross.
Sullivan pidió, además, “exigir cuentas a los responsables últimos de este acto”, indicó la portavoz.
El número dos de la diplomacia estadounidense, Stephen Biegun, de visita en Moscú el martes, se declaró igualmente “profundamente preocupado” por el estado de salud de Nalvany y por el “impacto en la sociedad civil rusa” de este posible envenenamiento.
En las últimas horas varios países exigieron al gobierno de Vladimir Putin una investigación transparente.
El lunes la canciller alemana Angela Merkel también urgió a las autoridades rusas a que lleven a cabo una investigación sobre el envenenamiento de Navalny, luego de que horas antes el hospital en el que se encuentra confirmara que presenta “trazas” de sustancias de esa naturaleza en su organismo.
En una declaración conjunta con el ministro de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, la mandataria se hace eco del diagnóstico realizado por el hospital e indica que, “en vista del papel prominente desempeñado por el Sr. Navalny en la oposición política en Rusia, se pide ahora a las autoridades de ese país que investiguen este acto al pie de la letra, y que lo hagan con total transparencia”. “Los responsables deben ser identificados y llevados ante la justicia”, agregó.
Y concluyó: “Esperamos que el Sr. Navalny pueda recuperarse totalmente. Nuestros buenos deseos también van para su familia, que está pasando por una dura prueba”.
Navalny se encuentra desde la mañana del sábado en el hospital Charité, ubicado en la capital alemana, al que fue trasladado desde la ciudad siberiana de Omsk.
Además de confirmar las trazas de envenenamiento, las autoridades sanitarias indicaron en su parte del lunes que el estado del opositor es “reservado” y que “el desenlace de la enfermedad continúa siendo incierto”.
“El paciente está en una unidad de cuidados intensivos y aún está en coma inducido. Su salud es grave, pero actualmente no hay ningún peligro agudo para su vida”, dijo el hospital en un comunicado.
“Cuando fue admitido en el hospital, Alexei Navalny fue sometido a pruebas para detectar una vasta cantidad de sustancias narcóticas, sintéticas, psicodélicas y medicinales, incluyendo inhibidores de colinesteresasa”, dijo a medios rusos el jefe de toxicología del Hospital N°1 de Omsk, donde Navalny fue tratado en Rusia. “Los resultados fueron negativos”, aseguró.
En contraste, el entorno de Navalny remarcó que el informe de la institución alemana confirmó sus sospechas iniciales. “Ahora, nuestras afirmaciones han sido confirmadas por los análisis de laboratorios indepenidentes. El envenenamiento de Alexéi ya no es una hipótesis sino un hecho”, expresó en Twitter la portavoz del opositor, Kira Yarmish.
Las mismas voces sospechan que la reticencia de las autoridades rusas de autorizar el traslado inmediato escondió la intención de ganar tiempo para que la posible sustancia se disolviera y no pudiera ser identificada.
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