El fracaso de Corea del Norte: mientras la población muere de hambre, Kim Jong-un goza de enormes privilegios y una vida de lujos

Este año la economía norcoreana podría tener su máxima contracción y caer hasta un 7%, equiparándose al año 1997 cuando el país vivió la gran hambruna.

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Corea del Norte enfrenta la mayor crisis económica desde que asumiera Kim Jong-un sucediendo a su padre en esta dinastía totalitaria que no encuentra salida a la pobreza más que haciendo alarde de su arsenal nuclear militar , invirtiendo su dinero en pruebas misilísticas en lugar de sacar a su pueblo del hambre. Pareciera que el orgullo nacional frente al resto del mundo pudiera más que las necesidades de su propio pueblo.

Seguramente el cisne negro que ha representado para todas las economías mundiales, la pandemia del coronavirus, ha profundizado la crisis, conjuntamente con las sanciones internacionales y las inundaciones que han azotado recientemente al país. Pero lo cierto es que estas tres causas sólo han profundizado una economía cerrada, empobrecida que no ha logrado en tantos años ningún tipo de desarrollo. Según Fitch Solutions, este año la economía del país podría tener su máxima contracción y caer hasta un 7% equiparándose al año 1997 cuando el país viviera la gran hambruna.

En este contexto, el mandatario norcoreano Kim Jong-un anunció este jueves que llamará a una reunión del Congreso del partido gobernante para el próximo enero con el fin de delinear un nuevo plan económico a 5 años que procure sacar al país de la profunda crisis en la que se encuentra. De acuerdo a un cable de la agencia estatal KCNA, el líder norcoreano Kim Jong-un, se reunió esta semana con el Comité Central del Partido de los trabajadores donde reconoció el fracaso de su último plan económico. El mandatario reconoció una fuerte caída en la economía como consecuencia de lo que llamó “inesperados e inevitables desafíos en varios aspectos sumado a la situación que atraviesa la región que circunda a la Peninsula de Corea” .

La última reunión del Congreso fue en el año 2016 donde Kim Jong-un asume el cargo de presidente del Partido de los Trabajadores y se establece el primer plan económico para el país desde los años 80′.

Las lluvias torrenciales que golpearon al país este verano provocaron grandes inundaciones arrasando con una gran parte de sus tierras cultivables. Los alimentos que ya eran escasos no han hecho más que seguir disminuyendo. Según el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas, el 40% de los norcoreanos se encuentran en situación de desnutrición. La economía norcoreana ha sido un fracaso por décadas siendo obstaculizada por la mala gestión comunista, la gran hambruna hacia finales de la década de los 90´y las sanciones más duras impuestas gradualmente por Naciones Unidas desde el año 2006 cuando Corea del Norte decidió llevar a cabo su primer prueba nuclear. La economía ya se encontraba bajo fuerte presión cuando el mandatario se vio obligado a cerrar sus frontera con China, su poderoso aliado , como consecuencia del brote en Wuhan del Covid 19. Si bien su gobierno se jacta de no tener casos de la enfermedad en su territorio, esto es de difícil comprobación por su sistema cerrado y poco transparente de información.

Hace un año, Kim Jong-un prometía construir una economía autosuficiente debido a las nuevas sanciones impuestas al país. Durante el histórico encuentro entre el Presidente norteamericano Donald Trump y Kim en Singapur en el año 2018 se aspiró a lograr una península de Corea libre de armamentos nucleares. Pero las relaciones que parecían amistosas se fueron deteriorando para la segunda reunión llevada a cabo en Vietnam donde Estados Unidos rechazó aceptar las demandas de Corea del Norte de levantar las sanciones económicas a cambio de una rendición parcial de sus capacidades nucleares. Algunos expertos creen que debido a la situación que atraviesan es muy factible que Kim Jong-un anuncie cambios en su política exterior en el próximo congreso que tendrá lugar luego de las elecciones estadounidenses y cuya fecha no fue seleccionada al azar.

Kim Jong-un intentó impulsar la economía con reformas domésticas destinadas a crear un “sistema socialista de funcionamiento empresarial responsable”. Se les dieron mayores incentivos a fábricas y granjas colectivas para incrementar su productividad, incluyendo el derecho de quedarse con ganancias. También aumentaron las exportaciones de carbón, mineral de hierro, textiles y mariscos a China logrando un crecimiento económico del 3.9% en el 2016, el más alto desde finales de los años 90′ de acuerdo a datos de banco central de Corea del Sur.

Pero Kim acompañó este crecimiento con una rápida expansión de su programa de armamentos, testeando tres misiles balísticos intercontinentales en el año 2017, así como también una bomba de hidrógeno. En respuesta a esto el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sanciona restringiendo todas las exportaciones provenientes de Corea del Norte.

La economía se contrae un 3.5% en el 2017 llegando a una caída del 4.1 % al año siguiente como consecuencia de una caída del 86% de sus exportaciones a China , su gran socio comercial y de quien depende absolutamente. El mandatario norcoreano llega a Vietnam para un acuerdo con una necesidad de alivio económico, pero realiza pocos gestos con lo cual el acuerdo cae y el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas le exige a China, Rusia y otros países que expulsen a los trabajadores de norcorea de sus países antes de diciembre, medida que intensificó la crisis ya que el trabajo de norcoreanos en esos territorios implica un ingreso de entre 500 y 1.000 millones de dólares para la economía norcoreana.

A pesar de las sanciones el comercio de Corea del Norte con China, creció un 15% en el 2019 de acuerdo a datos compilados por Asociación Internacional Coreana de Comercio. Kim Jong-un se dedicó a exportar todo lo no quedaba prohibido por las sanciones como relojes baratos armados con componentes provenientes de China, pestañas postizas, pelucas, maniquíes, pelotas de fútbol y tungsteno que es utilizado como filamento de lámparas eléctricas,tubos electrónicos , de televisión y en la técnica de evaporación de metales.

China también ayudó con el turismo luego del tercer encuentro en junio del 2018 entre Kim y Xi Jinping . El turismo en norcorea es una de las pocas industrias que no se vio afectada por las sanciones por lo que Kim Jong-un se ha visto avocado a la construcción de nuevas ciudades turísticas.

Según informes de Naciones Unidas Norcorea se dedicó a eludir las sanciones a través del contrabando a China, realizado barco a barco, de carbón por valor de 370 millones de dólares. A pesar de la prohibición a trabajadores norcoreanos , el gobierno chino burló la medida empleándolos por cortos plazos otorgándoles visas de turismo o visas de estudiantes de acuerdo noticias publicadas en diarios de Corea del Sur.

Otra fuente de ingresos que habrían encontrado en el país son los ciberdelitos, generándoles una entrada de 2.000 millones de dólares en el año 2019 hackeando a sistemas financieros en el mundo robando fondos de cuentas transfiriéndolos a su propias cuentas según testimonios presentados en el mes de junio a un Comité especial de la cámara baja de los Estados Unidos.

El coronavirus hizo que en el período de marzo/abril 2020 las exportaciones a China, su gran aliado, cayeran el 90% en comparación al mismo período del año anterior, según reportes de la Administración General de Aduanas de China. Esta profundización de la crisis económica que arrastra de años y que por falso orgullo nacional no logra virar y llegar a un acuerdo internacional podrá traer grandes cambios a partir de enero del 2021 o generar más violencia por parte de un país cercado por la pobreza y la obstinación en un sistema económico que dejó de funcionar hace tiempo en el mundo.

Un país donde su población muere de hambre mientras su mandatario ungido como el rey sol, y sus allegados, gozan de enormes privilegios y una vida de lujos alejado de las penas de su pueblo. En el párrafo 664 del informe presentado por la Comisión de Investigación de la ONU (Organización de Naciones Unidas) dado a conocer hace ya algunos años,  figura la desopilante cifra de casi 646 millones de dólares dilapidada por el excéntrico mandatario norcoreano durante el año 2012, en bienes de lujo que incluyen entre otras cosas: cosméticos, carteras de marcas internacionales, productos de cuero, relojes, productos electrónicos, autos  de alta gama y las marcas de bebidas alcohólicas más caras.  Un gobierno que tendrá que poner en la balanza si es redituable seguir gastando millones de dólares en programas nucleares mientras su población se muere de hambre. Un paso no menor es que Kim Jong-un haya reconocido ayer que su plan económico fracasó.

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