El dictador norcoreano Kim Jong-un admitió “fallos” en su plan político y convocó para enero un congreso excepcional del Partido de los Trabajadores, durante el cual se elaborará un plan quinquenal para dinamizar la economía.
Este anuncio se produjo en una sesión plenaria del partido en la que Kim “mencionó los fallos y los logros” del régimen desde el anterior congreso, en 2016, indicó el jueves la agencia oficial norcoreana KCNA.
Con un franqueza raramente utilizada por Pyongyang, esta sesión concluyó que “los objetivos para mejorar la situación económica del país fueron seriamente retrasados” y que el nivel de vida no ha “mejorado de forma considerable”.
El dictador norcoreano también habló de “la situación en la región alrededor de la península coreana” así como de los “retos inesperados e inevitables en varios sectores”.
La economía del país se ve afectada por múltiples sanciones de la comunidad internacional, impuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU para obligar a Pyongyang a renunciar a sus programas nucleares y balísticos.
Estas declaraciones buscan “justificar el fracaso del régimen para alcanzar los objetivos económicos que se habían establecido antes”, explicó a la AFP Hong Min, analista del Instituto coreano para la unificación nacional.
Según él, la fecha elegida para el congreso, en enero --muy cerca del día de investidura del ganador de las elecciones presidenciales de Estados Unidos en noviembre-- es una señal.
Corea del Norte da a entender que “sea cual sea el ganador de las próximas elecciones, el nuevo presidente tendrá que acelerar los esfuerzos para conseguir un acuerdo”, según Hong.
Las relaciones entre Washington y Pyongyang están en punto muerto desde el fracaso en febrero de 2019 de la segunda cumbre en Hanói entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y Kim.
Los dos países no consiguieron llegar a un acuerdo sobre el desmantelamiento del programa nuclear norcoreano a cambio de la suspensión de sanciones económicas internacionales.
Con información de AFP
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