La Comisión Europea ha mostrado preocupación por las nuevas restricciones de viaje que han aplicado varios gobiernos europeos. Para evitar esas decisiones que, aseguró, causan “disrupciones” que deben evitarse en la medida de lo posible, llamó a aplicar medidas como cuarentenas y pruebas obligatorias a los viajeros.
En una carta fechada el pasado 7 de agosto y a la que la agencia Efe tuvo acceso el domingo, la Comisión recordó a los embajadores de los Estados miembros del bloque que, “dadas las experiencias al principio de la pandemia”, la coordinación en este área “es crucial para asegurar claridad y predictibilidad” para ciudadanos y empresas.
“La situación es ahora volátil, con algunos Estados miembros experimentando cifras a la baja y otros, desafortunadamente, viendo un aumento en los casos. Hemos visto que algunos Estados miembros han decidido mantener o reintroducir ciertas restricciones a los movimientos transfronterizos, a veces de forma bastante descoordinada”, indica un párrafo de la misiva.
Entre los ejemplos que han tenido lugar en los últimos días se cuentan una recomendación por parte de Alemania de no viajar a España (salvo las Islas Canarias); y otra de Holanda con diez regiones europeas, entre ellas Madrid, París y Bruselas.
España sobresale entre las advertencias debido a un fuerte aumento en la cantidad de casos positivos de coronavirus detectados en los últimos días. Este lunes, el gobierno reportó un aumento de 16.269 casos confirmados de coronavirus desde el viernes y 29 fallecidos.
El salto, que suele ser considerablemente más alto los lunes por la acumulación durante el fin de semana, es casi el doble que el aumento reportado hace una semana, cuando se registraron otros 8.618 positivos, aunque buena parte de las cifras corresponde a pruebas de varios días atrás.
Ante esta situación, las autoridades decidieron restringir las actividades nocturnas, dictando el cierre de bares y discotecas. Además, prohibió fumar en la calle cuando no se pueda garantizar una distancia de seguridad de dos metros, una medida que ya habían tomando algunas comunidades autónomas, y aconsejó evitar las reuniones de más de 10 personas.
La curva de casos también ha vuelto a tornarse ascendente en Francia. El domingo, el país galo volvió a superar los 3.000 contagios en un día, cifra que no se registraba desde mayo y confirma la tendencia que comenzó a principios de semana.
París y Marsella se consideran, en virtud de un decreto publicado el viernes, zonas de circulación activa del virus, lo que da a los prefectos (delegados del Gobierno) mayores competencias para imponer nuevas medidas restrictivas.
El gobierno de París las ha aprovechado inmediatamente para ampliar muy significativamente las calles y otros espacios públicos en los que es obligatorio llevar mascarilla. Ahora la lista cubre todos los barrios con tránsito intenso de personas
La Comisión insistió en que los cierres en las fronteras y las restricciones a los viajes causan “disrupciones” que deben “evitarse lo más posible”.
“Aunque tenemos que asegurar que la Unión Europea está preparada para posibles rebrotes de casos de COVID-19, debemos al mismo tiempo evitar una segunda ola de acciones descoordinadas”, remarcó la carta, firmada por las directoras generales de Justicia e Interior en el Ejecutivo comunitario.
Medidas “proporcionadas y coordinadas”
La misiva pide “evitar” restricciones y controles “ineficaces” e insta en su lugar a plantear medidas “proporcionadas, coordinadas y con objetivos”, que se basen en la evidencia científica.
Así, en lugar de la prohibición total de viaje, Bruselas se muestra partidaria de que se permita el movimiento, aunque después se obligue al viajero a hacer cuarentena o hacerse una prueba PCR.
“Las restricciones a la libertad de movimiento solo deberían imponerse en circunstancias excepcionales, cuando esté claro (...) que son necesarias a vista del riesgo a la salud pública”, apunta la Comisión, que pide también a los gobiernos que estén en contacto entre ellos antes de poner en marcha este tipo de medidas.
En cuanto a la base científica para justificar estas medidas, Bruselas recomendó no fijarse únicamente en el número de casos nuevos por cada 100.000 habitantes en las últimas dos semanas, sino tener también en cuenta las estrategias de testeo que aplica cada país, incluyendo el número de pruebas y la tasa de positivos de las mismas.
El Ejecutivo comunitario pidió también que se tenga en cuenta la distribución regional de los casos y que, en cualquier caso, se siga “permitiendo y facilitando” la movilidad por motivos profesionales o familiares y para los transportistas de bienes.
(Con información de EFE)
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