Preocupado por el avance sostenido de las infecciones, el gobierno español tomó las medidas restrictivas más duras desde que levantó el estado de alarma: prohibió fumar en la calle y decretó el cierre de bares y discotecas en todo el país. La decisión se tomó en una reunión de urgencia convocada esta mañana con representantes de las 17 comunidades autónomas en las que se divide el país. Salvador Illa, ministro de Sanidad, encabezó el encuentro con los responsables sanitarios de las distintas jurisdicciones.
Sanidad notificó el jueves el mayor número de contagios de coronavirus desde finales de mayo, 2.935 casos en 24 horas, aunque incluyendo los datos acumulados por la región de Madrid en dos días, hasta llegar a 337.334 en todo el país desde que comenzó la epidemia. El 50% de los infectados de los últimos días no tienen síntomas, destacó el portavoz de Sanidad para la epidemia, Fernando Simón, en rueda de prensa.
En los últimos siete días murieron 70 personas por el coronavirus en España, 20 en la región de Aragón y 14 en Galicia. Madrid, que no pudo aportar datos ayer por problemas técnicos, volcó en el registro de Sanidad 842 nuevos casos en las últimas 24 horas. Aparte, la región con más contagios diarios es el País Vasco (545), seguido de Aragón (418) y, ya más lejos, Cataluña (164), donde se efectúan pruebas masivas de diagnóstico, y Galicia (107). Aragón, una de las regiones más afectadas, lleva varios días de estabilización, según Simón, e incluso se ve alguna mejoría, pero la transmisión puede continuar en algunas zonas.
Varias sociedades médico-científicas españolas habían alertado de una “alta probabilidad” de volver a corto o medio plazo a “un nuevo colapso de la sanidad”, como hace unos meses, si el Gobierno y las regiones no establecen nuevas medidas “coordinadas, rápidas y eficaces”, aunque sin precisar cuáles. No obstante, más allá de la preocupación creciente, Simón dijo que la subida de casos es “suave” comparada con la del mes de marzo, cuando estalló la epidemia en España, y negó que haya ahora mismo un riesgo inminente de colapso sanitario. Son 3.596 pacientes hospitalizados, de los que 383 están en cuidados intensivos, informó.
El Gobierno de España mantuvo el “mando único” para hacer frente a la epidemia entre marzo y junio pasados, mientras estuvo en vigor el estado de alarma, y restituyó luego las facultades de control y gestión a las regiones, que empezaron a dudar, en algunos casos, si eran competentes para regular cosas como el consumo de tabaco en la vía pública. Hasta el momento una ley estatal prohibía fumar en todos los centros de trabajo cerrados y en cualquier espacio techado de acceso público, como un teatro o un restaurante. Pero nada más.
En este contexto, algunas comunidades se mostraron más decididas que otras para avanzar en medidas novedosas. Galicia y las islas Canarias fueron las primeras en prohibir fumar en la vía pública y al aire libre si no hay distancia interpersonal de seguridad. La prohibición entró en vigor el miércoles en Galicia (noroeste), en tanto que Canarias (océano Atlántico) la anunció el jueves.
Tras la decisión del gobierno nacional de retomar la iniciativa, la prohibición regirá en todo el territorio español. La medida, que se extiende a las terrazas de bares y restaurantes, se basa en los riesgos asociados a fumar y a vapear, a causa de la manipulación de la mascarilla (de uso obligatorio en los espacios públicos), argumentó el Gobierno. También se debe al contacto repetitivo de los dedos con la boca tras tocar productos o utensilios que podrían actuar como transmisores del virus y a la relajación de separación preceptiva entre personas.
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