Las autoridades afganas anunciaron el viernes que empezaron a liberar a los 400 prisioneros talibanes, una medida que debería facilitar la apertura de las negociaciones de paz.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Javid Faisal, precisó que el jueves se había liberado a 80 detenidos, lo cual “acelerará los esfuerzos de cara a unas discusiones directas y un alto el fuego duradero y nacional”.
La suerte de esos 400 talibanes era uno de los principales escollos para el inicio de las negociaciones, muchas veces aplazadas, entre los insurgentes y el gobierno afgano, que se había comprometido a realizar previamente un intercambio de prisioneros.
Una “loya jirga”, una gran asamblea afgana compuesta por miles de dignatarios, responsables estatales y jefes tribales, aceptó el domingo que los 400 talibanes fueran liberados. El lunes por la noche, el presidente, Ashraf Ghani, firmó un decreto a tal efecto, anunciaron sus servicios.
Algunos de esos prisioneros estuvieron implicados en mortíferos ataques que mataron tanto a afganos como a extranjeros. Kabul ya había puesto en libertad a cerca de 5.000 talibanes, pero hasta ahora las autoridades afganas se negaban a liberar a los 400 últimos cautivos reclamados por los insurgentes.
La liberación de “criminales” y traficantes de drogas “seguramente supondrá un peligro para nosotros, para [Estados Unidos] y para el mundo”, advirtió el jueves Ashraf Ghani durante una videoconferencia organizada por un centro de reflexión de Washington, el Council on Foreign Relations.
La paz tiene un precio y con esta liberación “nosotros pagamos la parte más alta, lo que significa que la paz tendrá consecuencias”, señaló.
Si bien se desconocen los detalles de las liberaciones y la fecha del inicio de las conversaciones, el portavoz talibán en Catar, Suhail Saheen, aseguró a Efe que una vez que “los prisioneros restantes sean liberados, entonces estaremos listos para comenzar las conversaciones intraafganas en una semana”.
El enviado especial de EEUU para la Reconciliación de Afganistán, Zalmay Khalilzad, aplaudió la medida que, dijo, dará comienzo “inmediato” a las negociaciones.
“En los próximos días esperamos que se completen las liberaciones de prisioneros, luego (se produzca) el viaje del equipo de Afganistán a Doha y, a partir de ahí, el inicio inmediato de las negociaciones intraafganas”, publicó en Twitter.
Las dilaciones para cumplir con el compromiso de intercambio deja un manto de desconfianza sobre el futuro de las negociaciones.
Los analistas desconfían del pronto inicio de las conversaciones y de la voluntad de ambas partes por llegar a un acuerdo, por lo que temen el recrudecimiento de la guerra.
“Los talibanes no aceptan al Gobierno como parte legítima en las conversaciones, mientras que el Gobierno insiste en liderar las negociaciones como representante de la nación”, dijo a Efe el director general del Centro de Investigación Estratégica Qased de Kabul, Abdul Baqi Amin.
Con información de AFP
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