El primer ministro libanés, Hassan Diab, aseguró este martes que los responsables de las explosiones masivas en el puerto de Beirut, que mataron al menos a 50 personas e hirieron a miles, tendrán que rendir cuentas. “Lo que sucedió hoy no pasará sin que se rindan cuentas. Los responsables de esta catástrofe pagarán el precio”, advirtió en un discurso televisado.
Un alto funcionario de seguridad dijo antes que las explosiones que sacudieron toda la capital podrían deberse a “materiales explosivos” confiscados y almacenados en un almacén “durante años”.
Diab en su discurso prometió anuncios sobre “este peligroso almacén que ha existido durante seis años, desde 2014”.
El mandatario también hizo un llamado a la asistencia de la comunidad internacional para ayudar al Líbano, que ya está sumido en su peor crisis económica en décadas.
“Envío un llamamiento urgente a todos los países que son amigos y hermanos y que aman al Líbano, para que estén a su lado y nos ayuden a tratar estas profundas heridas”, señaló el primer ministro.
Israel, que no tiene relaciones diplomáticas con Líbano, se ha sumado a la lista de países que ofrecieron ayuda humanitaria a este país tras la explosión en el puerto de Beirut, que también incluye a Francia. El Ministerio de Defensa informó que Israel se comunicó con El Líbano mediante “canales de seguridad y diplomáticos internacionales” y ofreció “ayuda médica humanitaria” y “asistencia inmediata”.
La iniciativa, encabezada por el ministro de Defensa, Benny Gantz, y el de Exteriores, Gabi Ashkenazi, suma a Israel a una larga lista de países y organismos internacionales que han ofrecido asistencia al Líbano, que, además de los enormes daños sufridos hoy, se encuentra sumido en una profunda crisis económica.
Además, Yair Lapid, el líder de la oposición, también se expresó sobre la explosión y, en un mensaje publicado en árabe y en inglés en su cuenta de Twitter dijo: “Envío mis más profundas condolencias a los residentes de Beirut en estos momentos difíciles y deseo una pronta recuperación a todos los heridos”.
El presidente, Reuven Rivlin, también utilizó esa red social y escribió: “Compartimos el dolor del pueblo libanés y ofrecemos sinceramente nuestra ayuda en este momento difícil”.
Una fuerte explosión sacudió este martes la capital libanesa, sobre la que horas después del hecho todavía se eleva una gran columna de humo de color rojizo.
Según la agencia estatal, la explosión comenzó como consecuencia de un incendio cerca de los silos de trigo del puerto, en un almacén que contenía explosivos incautados. Ello provocó una fuerte deflagración que pudo sentirse en toda la ciudad y sus suburbios. Una gigantesca nube de hongo fue visible a varios kilómetros de distancia.
La cadena libanesa LBCI precisó que la sustancia que explotó fue nitrato de sodio, utilizada como fertilizante y también para producir explosivos, que había sido confiscado a un buque un año atrás.
El presidente libanés, Michel Aoun, convocó el martes por la noche una “reunión urgente” del Consejo Superior de Defensa. Por su parte, el primer ministro Diab decretó luto nacional el miércoles por “las víctimas de la explosión.
Las explosiones se produjeron en un momento en que el Líbano está sufriendo su peor crisis económica en décadas, que ha dejado a casi la mitad de la población en la pobreza.
La economía del Líbano se ha derrumbado en los últimos meses, con la caída de la moneda local frente al dólar, el cierre masivo de empresas y el aumento de la pobreza al mismo ritmo alarmante que el desempleo.
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