El régimen de Irán oculta su cifra de muertes por coronavirurs que es, según una investigación de un medio inglés, casi el triple de lo que reportan las autoridades sanitarias del país persa.
Según los propios registros del régimen, hasta el 20 de julio unas 42.000 personas murieron por síntomas de COVID-19. El número contrasta de manera significativa con los 17.190 fallecidos reportados por las autoridades persas.
Además de ocultar las cifras de muertes, la República Islámica también lo hizo con el número de infectados, el cual estaría en 451.024, en contrates con los 309.437 reportados por el régimen, informó BBC.
Irán es uno de los países más afectados en el mundo por la pandemia de coronavirus. Las autoridades anunciaron el domingo que habían documentado 2.685 casos en 24 horas, un récord desde hace casi un mes, enfrentado a un recrudecimiento desde finales de junio.
“Desafortunadamente, hemos perdido a 208 de nuestros queridos compatriotas afectados por el virus” en las últimas 24 horas, indicó la portavoz del ministerio de Salud, Sima Sadat Lari, durante su rueda de prensa diaria.
La República Islámica enfrenta desde finales de junio un aumento de muertes diarias por el virus, lo que obligó al gobierno a decretar obligatorio el uso de mascarilla en los lugares cerrados.
Según pudo determinar una inivestigación de la BBC, la primera muerte por coronavirus en Irán se registró el pasado 22 de enero, casi un mes antes de que las autoridades reportaran la primera víctima mortal.
La misma investigación del diario inglés, que accedió a documentales confidenciales, demuestra que las autoridades persas han reportados cifras significativamente más bajas de las reales.
Por otra parte, a mediados de julio, la presidenta del Consejo Nacional de la Resistencia de Irán (CNRI), Maryam Rajavi, denunció la inacción de las autoridades ante la crisis de la COVID-19, que, a su parecer, forma parte de una estrategia de “pérdidas humanas masivas” para impedir el derrocamiento del régimen.
“El aumento singular de las víctimas del coronavirus en Irán es el resultado de políticas criminales y del pillaje de (Alí) Jamenei y de (Hasán) Rohani”, señaló en referencia al líder supremo y al presidente, en un discurso durante la gran concentración anual que organiza el CNRI, en esta ocasión telemáticamente.
Según la líder opositora, la crisis consecuencia de “la manera calamitosa con la que los mulás han destruido las bases de la sanidad, de la alimentación y del bienestar y han hecho a nuestra población más vulnerable que en cualquier otro sitio frente al coronavirus”.
A su juicio, lo que hay detrás es una estrategia de “pérdidas humanas masivas” que dé lugar a una sociedad “inerte y desesperada” con la que el régimen pretende evitar revueltas y su derrocamiento.
A ese respecto, recordó las últimas revueltas populares contra el poder en Teherán, en particular las de noviembre de 2019, en la que afirmó que hubo 1.500 muertos.
Reprochó que, mientras la primera dotación presupuestaria para que el Ministerio de Sanidad afronte la epidemia no ha llegado hasta el mes de junio y “sólo” con 300 millones de euros, lo que significa 3,5 por habitante, los responsables del país han seguido enviando satélites al espacio y “su beligerancia y su terrorismo” en Irak, Siria y Yemen, además de desarrollar las actividades nucleares.
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