El escándalo “1MDB”: Paris Hilton, un Picasso para Leonardo DiCaprio y el robo de USD 4.500 millones que llevará a la cárcel a un primer ministro

Najib Razak, ex premier de Malasia, fue condenado esta semana a 12 años de cárcel por el desfalco de un fondo multimillonario con el que se pagaron regalos exóticos a estrellas de Hollywood y hasta se financió la película "El lobo de Wall Street". Un caso que conmovió al país y que lo sigue sacudiendo

Guardar
El ex primer ministro de
El ex primer ministro de Malasia Najib Razak habla durante una entrevista en Kuala Lumpur, Malasia, el 4 de marzo de 2020 (REUTERS/Lim Huey Teng)

731.000.000 de dólares y 12 años. La primera cifra es el dinero transferido a diferentes cuentas del ex primer ministro Najib Razak, presuntamente proveniente del fondo público conocido como 1MDB. La segunda es la cantidad de años de cárcel a los que fue condenado este martes en un fallo de primera instancia, que el veterano dirigente político apeló, jurando ser inocente.

Mohamad Nazlan Mohamad Ghazali, juez del Alto Tribunal de Kuala Lumpur, declaró a Najib culpable de los siete cargos presentados en su contra, en el primero de los cinco juicios que tiene abiertos por la malversación del multimillonario fondo. Si se confirma la sentencia, además de ir a prisión, tendrá que pagar una multa fijada en más de 50 millones de dólares.

En los 16 meses que duró el proceso se reveló una infinidad de detalles inverosímiles, pero probados, sobre el destino de los recursos que debían utilizarse para financiar grandes obras de infraestructura en Malasia. Gastos de 800.000 dólares en una joyería italiana en un solo día, regalos fastuosos para celebrities como Leonardo DiCaprio y Miranda Kerr, y hasta financiamiento para la producción de El lobo de Wall Street, son solo algunos ejemplos. En total, los investigadores estiman que se desviaron 4.500 millones de dólares, lo que convierte al caso 1MDB en uno de los mayores escándalos de corrupción de la historia.

Najib Razak en las afueras
Najib Razak en las afueras del Tribunal Superior de Kuala Lumpur, el 28 de julio de 2020 (REUTERS/Lim Huey Teng)

Desde 2015, con las primeras denuncias, la política malasia ingresó en una crisis de la que no logra salir. El efecto directo fue la derrota electoral de Najib en las elecciones de 2018, que dejó fuera del gobierno al partido UMNO por primera vez en 61 años. Pero quien lo derrotó, Mahathir Mohamad, duró menos de dos años en el poder, algo inédito en el país. Muhyiddin Yassin, el actual primer ministro, gobierna con el apoyo de UMNO, en un equilibrio muy precario, que sigue de cerca la evolución de la causa judicial y que se puede romper en cualquier momento.

“El escándalo tuvo un gran impacto en la política de Malasia, ya que fue el primero con un premier involucrado en una malversación financiera tan grande. La escena política local se volvió caótica esta semana, tras el veredicto contra Nayib. Dado que el actual gobierno se formó hace unos meses, con una mayoría mínima, Najib podría dejar de apoyarlo y eso podría resultar en elecciones anticipadas, porque él todavía juega un papel muy importante”, explicó a Infobae Nur Haniz Mohd Nor, profesor de la Escuela de Comunicación de la Taylor’s University de Malasia.

Jho Low en una fiesta
Jho Low en una fiesta con Paris Hilton (Grosbygroup)

Jho Low, Leo DiCaprio y El Lobo de Wall Street

Malasia es un país del Sudeste Asiático con 31 millones de habitantes. Tiene una economía de ingresos medios, con un PIB per cápita de 12.120 dólares, y un Índice de Desarollo Humano alto, de 0,804 (61º a nivel mundial).

Tras su independencia del Reino Unido, en 1957, se conformó como una monarquía parlamentaria que tenía como partido hegemónico a la Organización Nacional de los Malayos Unidos (UMNO). Es un partido nacionalista y conservador, que promueve los intereses de la etnia malaya —predominante en el país— y la difusión del islam, que es la principal religión. Casi siempre gobernó en coalición, liderando el Frente Nacional.

Después de una larga trayectoria política, que incluyó el paso por diferentes ministerios entre los años 80 y los 2000, y un lustro como viceprimer ministro, Najib Razak llegó a la cúspide del poder político malasio en 2009. Empujado por un incontenible espíritu inversor, apenas tres meses después de haber asumido instituyó el 1Malaysia Development Berhad (1MDB, traducible como Compañía Limitada Primero Desarrollo de Malasia).

El objetivo declarado de esta empresa —de la que Najib se nombró director— era atraer inversión privada extranjera para financiar grandes obras de infraestructura, cruciales para el desarrollo del país en distintas áreas. A través de la emisión de bonos respaldados por el hecho de que detrás de 1MDB estaba el estado malasio, el fondo recaudó miles de millones de dólares.

Las fiestas de Jho Low
Las fiestas de Jho Low se hicieron famosas en todo el mundo (Grosbygroup)

El personaje clave detrás de su prolífica actividad fue Low Taek Jho, un financista de origen malayo y chino, conocido como Jho Low. Con solo 25 años, se hizo famoso en el ambiente de negocios local por sus contactos con magnates de la región, que le permitieron ser artífice de millonarios proyectos inmobiliarios en Kuala Lumpur. Lo único que llamaba más la atención que su aparente éxito para los negocios eran sus desmesurados gastos y sus fiestas con famosos, que tenían a Paris Hilton como una de sus invitadas preferidas.

Si bien Jho Low no desempeñó ningún cargo formal en 1MDB, tuvo participación en la mayor parte de sus actividades en carácter de asesor externo. La justicia malasia cree que entre él y Najib se repartieron gran parte del dinero del fondo entre 2009 y 2012, durante su apogeo.

Jho Low, Paris Hilton y
Jho Low, Paris Hilton y siempre mucho champagne alrededor (Grosbygroup)

El caso se conoció recién en 2015, cuando la periodista británica Clare Rewcastle-Brown, fundadora del portal de noticias Sarawak Report, accedió a 227.000 documentos filtrados, con información detallada sobre los movimientos financieros. La evidencia era monumental: 1MDB había sido desde el comienzo una enorme operación de desvío de fondos públicos y lavado de dinero, a través de la emisión de bonos y triangulaciones entre cuentas bancarias radicadas en Suiza, Singapur y Estados Unidos.

Algunas de las inversiones realizadas por Jho Low son difíciles de creer, pero ocurrieron. Gastó 35 millones de dólares en un jet privado, 85 millones en apuestas en Las Vegas, 260 millones en un yate, 3,2 millones en un cuadro de Picasso que le regaló a Leonardo DiCaprio, 8 millones en diamantes que obsequió a la modelo australiana Miranda Kerr, varios millones más en propiedades que pertenecieron a famosos como Beyoncé y Jay Z en Beverly Hills y en Manhattan, y una suma no precisada en un cumpleaños en el que cantaron Pharrell Williams, Britney Spears, Jamie Foxx, Chris Brown y Ludacris.

Jho Low y Paris Hilton
Jho Low y Paris Hilton (Grosbygroup)

Incluso más insólito es el papel de 1MDB en el financiamiento de El lobo de Wall Street, la película de 2013 dirigida por Martin Scorsese y protagonizada por DiCaprio, en la que Riza Aziz, hijastro de Najib, participó en la producción. El resto de los productores se comprometieron luego a devolver 60 millones de dólares tras ser intimados por las autoridades estadounidenses por el origen ilícito de los fondos con lo que se solventó el filme. También el banco de inversión Goldman Sachs se comprometió a devolver 2.700 millones de dólares obtenidos del fondo. Las autoridades lo acusaban de haber sido cómplice en las emisiones de bonos fraudulentas, por las que habría cobrado comisiones de hasta 600 millones de dólares.

El Departamento de Justicia de los Estados Unidos, que se involucró directamente en la trama cuando se reveló la participación de bancos estadounidenses, estima que al menos 4.500 millones de dólares fueron desviados de 1MDB. El dato más inquietante es que 731 millones aparecieron en distintas cuentas de Najib, justo antes de las elecciones de 2013. Cuando le pidieron que rinda cuentas, dijo primero que no sabía cómo había llegado ese dinero allí. Luego aseguró que fue una generosa donación de un príncipe saudita.

Leonardo DiCaprio en El lobo
Leonardo DiCaprio en El lobo de Wall Street

“Las acusaciones de corrupción entre políticos no son nada nuevo en Malasia, pero 1MDB tuvo un gran impacto debido a diversos factores. Si hubiera ocurrido antes de la era de los nuevos medios de comunicación, digamos en los años 80, no creo que hubiera avanzado, porque los principales medios de Malasia eran controlados por el gobierno. El escándalo fue reportado primero por un sitio web y recogido por otros, que han desempeñado un papel fundamental en posibilitar mayor libertad de disenso y de expresión política. Sin embargo, ese factor no habría sido suficiente si las altas elites políticas malasias hubieran mantenido su apoyo a Najib. El punto de inflexión fue cuando Muhyiddin Yassin, entonces viceprimer ministro, pidió explicaciones”, dijo Madya Mohd Faizal, profesor de comunicación política de la Universidad de Ciencias Islámica de Malasia, consultado por Infobae.

Nayib no se quedó quieto cuando la Agencia Anticorrupción de Malasia (MACC) y Abdul Gani, procurador general, empezaron a investigarlo. En lo que se conoció en los medios como “la semana de los cuchillos largos”, el Primer Ministro despidió a Gani y ordenó redadas en las oficinas de la MACC, que terminaron con el arresto de cuatro agentes.

Pero la dimensión de las denuncias era tan grande que rompió el frente monolítico de UMNO. Muchos miembros del partido, liderados por Muhyiddin Yassin, empezaron a cuestionar a Najib, que además de ser primer ministro era su máximo jefe. Su respuesta fue esencialmente la misma que con los investigadores: desplazó a Muhyiddin y a los otros cuatro ministros que se habían atrevido a plantear sus reparos.

La modelo australiana Miranda Kerr,
La modelo australiana Miranda Kerr, junto a su esposo, Evan Spiegel

Mohamed Apandi Ali, el nuevo procurador, determinó en 2016 que Najib no había hecho nada malo y dio el caso por cerrado. Las purgas dieron resultado. Pero solo por un tiempo.

La magnitud de la corrupción y la impunidad de los acusados sorprendió al público malasio, cada vez más urbano e informado. El país siempre ha tenido un nivel moderado de corrupción en todos los ámbitos, sin duda, pero la escala de este caso envió fuertes señales de que el país no se recuperaría económica, institucional y moralmente si no se hacía nada. El escándalo, que se puso de manifiesto a nivel nacional e internacional, contribuyó a derribar al gobierno por primera vez desde la independencia del país en 1957. También le rompió la espalda a UMNO, que todavía está tratando de recuperarse y de sobrevivir a las muchas divisiones que ha sufrido a lo largo de los años”, dijo a Infobae Ooi Kee Beng, director ejecutivo del Instituto Penang de Malasia.

El yate de lujo Equanimity,
El yate de lujo Equanimity, perteneciente a Low Taek Jho, es llevado a la Terminal de Cruceros Boustead en Port Klang, Malasia, el 7 de agosto de 2018. (REUTERS/Lai Seng Sin/Archivo Foto)

Malasia después del 1MDB

El caso profundizó el descontento de la ciudadanía con Najib y con UMNO, lo que abrió una ventana de oportunidad para la oposición. Ante la ausencia de un liderazgo fuerte, quien ocupó ese lugar fue Mahathir Mohamad, que había sido primer ministro entre 1981 y 2003, en representación de UMNO. Tenía 92 años y ya estaba retirado de la política, pero se convirtió en la principal voz anticorrupción en medio del lodazal en el que se hundía la política malasia.

“La envergadura de la corrupción involucrada fue impactante incluso para los burócratas y algunos miembros de las elites políticas dentro del partido dominante. Los negociados de 1MDB fueron lo suficientemente significativos para impactar en la economía de Malasia, al punto de preocupar a los tecnócratas. A medida que los hechos se desarrollaban, respondieron con filtraciones de documentos e información a la prensa, lo que generó un mayor escrutinio público. Por otro lado, ocurrió en un momento en que los ciudadanos lidiaban con el alza del costo de vida, la angustia derivada de la recesión, un impuesto sobre bienes y servicios, y un aumento en los peajes aplicado a principios de 2015. Mahathir fue capaz de aprovechar estos factores para impulsar un cambio, que finalmente dio lugar a la caída del gobierno dirigido por UMNO en 2018”, sostuvo Saleena Saleem, profesora del Departamento de Sociología de la Universidad de Liverpool, en diálogo con Infobae.

Rosmah Mansor, esposa del ex
Rosmah Mansor, esposa del ex Primer Ministro Najib Razak, abandona el Tribunal Superior de Kuala Lumpur en Kuala Lumpur (Malasia) el 5 de febrero de 2020 (REUTERS/Lim Huey Teng)

Mahathir se presentó en las elecciones de 2018 con el recién creado Partido Indígena Unido de Malasia (PPBM), que, en un resultado histórico, se convirtió en la fuerza más votada del Parlamento, superando por 45% a 33% a UMNO. Con el apoyo de la heterogénea coalición Pakatan Harapan (“Alianza de la Esperanza”) Mahathir fue declarado primer ministro el 10 de mayo de 2018.

“La escala de las acusaciones contra el ex primer ministro y los que se dice que estaban asociados con él fue masiva. Incluso el Departamento de Justicia de los Estados Unidos investigó a 1MDB y a organizaciones relacionadas porque se alega que el dinero ha sido movido ilegalmente a través de bancos internacionales. El escrutinio global sobre el 1MDB significó inevitablemente que la oposición criticara a Najib y a su administración en el período previo a las elecciones de 2018. No fue necesariamente un gran determinante del resultado electoral, pero ciertamente fue un factor importante”, dijo a Infobae Prashant Waikar, analista del Programa Malasia de la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad Tecnológica de Nanyang, en Singapur.

Najib Razak se pone cómodo
Najib Razak se pone cómodo en su piso en Kuala Lumpur (REUTERS/Lim Huey Teng)

La suerte de Najib cambió radicalmente. Las pesquisas se reactivaron de manera inmediata y en pocas semanas se produjo un allanamiento en sus propiedades. La Policía secuestró 1.400 collares, 567 carteras, 423 relojes, 2.200 anillos, 1.600 broches y 14 tiaras, por un valor total de 273 millones de dólares. Todo, propiedad de su modesta esposa, Rosmah Mansor, que fue procesada por lavado de dinero.

Najib fue arrestado a principios de julio, a menos de dos meses de la asunción del nuevo gobierno. Tras el pago de una fianza millonaria, fue puesto en libertad, y así permanece hasta ahora, a la espera de que lo salven los tribunales superiores.

Jho Low ofrecía una de sus exuberantes fiestas en una isla tailandesa cuando se enteró de lo que estaba pasando en Malasia. No se volvió a tener certezas sobre su paradero. Se cree que tras un paso por Taiwán y por Macao se instaló definitivamente en China continental. Su yate y las propiedades que le encontraron fueron decomisadas.

El ex primer ministro de
El ex primer ministro de Malasia, Mahathir Mohamad, el 13 de marzo de 2020, poco después de renunciar (REUTERS/Lim Huey Teng)

“Es bastante difícil para nosotros acusar a China de esconderlo, por lo que estamos tratando de encontrar algunas maneras o esfuerzos privados para traer a Jho Low de China”, afirmó Mahathir el año pasado. El financista intentó sellar un pacto de inmunidad con el gobierno, pero su propuesta no fue bien recibida.

No obstante, es posible que desde el 1 marzo haya mayor receptividad a una alternativa de este tipo en las autoridades malasias. Más allá del impacto que tuvo el triunfo de 2018 y la legitimidad que le daba su trayectoria, el gobierno de Mahathir nació débil. Conformado por fuerzas nuevas, sin mucho en común más que la ocasión de sacar del poder a UMNO, la convivencia fue traumática desde el comienzo, hasta que se quebró.

Tras romper con Najib, Muhyiddin Yassin apoyó a Mahathir y asumió como ministro de Asuntos Internos. Sin embargo, aprovechando la fragilidad del premier, impulsó en febrero una revuelta parlamentaria que terminó con su renuncia. Muhyiddin asumió en su lugar con el respaldo de UMNO, flamante socio minoritario del gobierno.

El actual Primer Ministro de
El actual Primer Ministro de Malasia Muhyiddin Yassin tras el anuncio de su gabinete en Putrajaya, el 9 de marzo de 2020. (REUTERS/Lim Huey Teng)

“El escándalo ha obligado a UMNO a repensar cómo debe abordar sus problemas de liderazgo —dijo Prashant—. Se cree que hay muchas divisiones internas. Algunos todavía apoyan a Najib, otros no parecen estar seguros de a quién apoyar todavía, mientras que un tercer grupo solo quiere seguir adelante. Najib fue muy importante en la política de UMNO porque además de primer ministro fue el presidente del partido de 2009 a 2018. Desde entonces, UMNO ha estado tratando de averiguar cómo salir de esto”.

La incorporación de UMNO a la coalición gobernante amenaza con torcer el proceso judicial. El fallo de este martes despejó solo por ahora los peores miedos, pero a Najib le queda un largo camino en los tribunales y, por más que ya no sea el líder formal de UMNO, sigue siendo muy influyente en sus filas. Sin importar cómo se resuelva la causa, todo indica que Malasia seguirá viviendo mucho tiempo más en esta nueva normalidad dominada por la inestabilidad y la incertidumbre.

“La condena a Najib puede ser un buen augurio para UMNO. El partido se ha debilitado por la corrupción y la pérdida de las últimas elecciones, pero sigue controlado por representantes de la vieja guardia, como Najib. La sentencia en su contra podría dar paso a nuevos líderes, frescos y jóvenes, como Mohamad Hassan y Khairy Jamaluddin. UMNO sigue siendo una fuerza política importante en Malasia y el pobre desempeño del gobierno de la alianza Pakatan Harapan es una oportunidad para la fuerza, que aspira a regresar en las próximas elecciones. Pero eso depende de cómo el partido logre distanciarse de los líderes que han sido implicados por el escándalo de 1MDB y de otras acusaciones de corrupción, que lo han asediado durante mucho tiempo”, concluyó Madya Mohd Faizal.

MÁS SOBRE ESTE TEMA:

Guardar