Miles de personas marcharon este jueves en Bielorrusia en apoyo de la principal contrincante electoral del presidente, Alexander Lukashenko, a solo diez días de las elecciones y en medio de avances del oficialismo en contra de la oposición.
Los partidarios de Svetlana Tikhanovskaya llenaron una de las principales plazas de Minsk, la capital del país, en lo que un periodista de AFP en la zona describió como la manifestación opositora más grande en una década. La organización de derechos Humanos Vyasna estimó que alrededor de 34.000 personas asistieron.
Horas antes, investigadores del gobierno habían acusado al esposo de Tikhanovskaya, Sergei Tikhanovsky, y otro prominente crítico de Lukashenko, Mikola Statkevich, de trabajar junto con mercenarios rusos para crear caos en la sociedad antes de las elecciones del 9 de agosto. Ambos fueron arrestados por ese motivo.
En esa línea, autoridades de Bielorrusia detuvieron el miércoles a 33 personas. Todas ellas son miembros de la empresa de seguridad privada rusa Grupo Wagner y las autoridades aseguran que forman parte del grupo de mercenarios, que cuenta con al menos 200 miembros.
Las autoridades han señalado que el grupo llegó a la capital el 24 de julio y se instaló en un hotel que abandonó tres días después para trasladarse a otro alojamiento en los alrededores de la ciudad, donde llamaron la atención de la administración por su comportamiento.
En un discurso ante la multitud en la plaza, Tikhanovskaya se refirió a los hechos y dijo que, en todo caso, Bielorrusia podría haber sido un lugar de tránsito para mercenarios rusos durante mucho tiempo.
“Si ese es el caso tengo una pregunta: ¿Dónde estaba el servicio de seguridad antes y por qué están hablando de el ahora, justo antes de las elecciones?”, agregó.
El ministerio de Relaciones Exteriores ruso, por su parte, dijo que los ciudadanos de país estaban pasando por Bielorrusia porque trabajaban para una compañía, pero que estaban de camino a Estambul.
En otro pasaje de su locución, dijo que las autoridades no solo estaban “arruinando la vida” de su esposo, sino también la de todos los prisioneros políticos. “La situación sobre los luchadores es aterradora”, expresó.
También negó las acusaciones del oficialismo respecto de la supuesta alianza con Moscú. “¿De qué revolución hablan? Nosotros queremos elecciones honestas”, dijo. De hecho, su esposo fue arrestado en mayo y se le prohibió participar de las elecciones. Esa fue la razón que llevó a su esposa a candidatearse. La pareja envió a sus hijos al extranjero, evocando un temor por su seguridad. La candidata asegura haber recibido varias llamadas telefónicas anónimas en las que sus interlocutores amenazaban con encarcelarla y quitarle a sus hijos.
La campaña electoral se caracterizó por una violenta represión y numerosas detenciones de manifestantes de la oposición o de candidatos a las elecciones. Y a otros candidatos se les prohibió competir en las elecciones. De hecho, Valeri Tsepkalo, a quien le fue rechazada la candidatura, huyó a Moscú por miedo a ser arrestado.
Desde la llegada al poder de Alexánder Lukashenko, ninguna oposición ha podido anclarse en el paisaje político bielorruso. Muchos de sus líderes fueron encarcelados, y en 2019 ningún opositor fue elegido al parlamento.
La ONG Amnistía Internacional denunció la semana pasada las prácticas “misóginas” de las autoridades de Bielorrusia contra militantes de la oposición, “incluso mediante la discriminación abierta y las amenazas de violencia sexual”.
Más sobre este tema: