Una fiesta que este domingo se celebraba en la localidad de El Álamo, en las afueras de Madrid, para celebrar el noviazgo de dos jóvenes acabó en una riña entre dos clanes de etnia gitana y la posterior muerte de dos invitados, que fueron atropellados de forma intencional. También fue arrollada una joven de 18 años, que se encuentra hospitalizada en estado grave.
El episodio ocurrió en una rotonda del polígono industrial de El Álamo y frente al bar Layso, el lugar escogido para la celebración del noviazgo, donde se inició una pelea multitudinaria y “salvaje” como han descrito a Efe algunos testigos. Todo comenzó en torno a las 23.50 horas del domingo, cuando miembros de los dos clanes gitanos madrileños desataron una violenta pelea. Según testigos citados por Europa Press, la trifulca se originó cuando uno de los asistentes al evento estaba tocando una canción en un órgano llevado hasta la fiesta y otro comenzó a discutir sobre la música. No obstante, según medios españoles también habría motivos económicos, que al parecer ya venían del pasado.
Según los testigos, a la pelea se sumaron más de cien personas, que utilizaron como armas desde ladrillos hasta las vallas de una obra que se encontraban en el lugar. “En un momento se formó una batalla campal y brutal”, contó un testigo.
Posteriormente, un miembro de uno de los clanes atropelló a varias personas del otro clan con su coche, lo que provocó que el resto de los asistentes se dispersara por diferentes partes del lugar. Cuando los servicios de emergencia llegaron, alertados por los testigos, no había heridos, ya que habían sido trasladados a centros médicos por sus familiares.
Cuando los efectivos policiales se retiraron por fin del restaurante escenario de la fiesta, todo parecía ya calmado. Nada hacía prever que horas más tarde aparecerían dos cadáveres en la carretera.
La investigación
Fuentes de la investigación han precisado que, una vez determinado que un coche arrolló a las tres víctimas intencionadamente, llegando a desplazar varios metros al joven fallecido, ahora se busca el vehículo implicado, que según las primeras pesquisas puede ser de gran tamaño y tener golpes en la parte delantera y el lateral. Debió de sorprender a las víctimas por detrás y acelerar para llevárselas por delante, impactando principalmente con la fallecida, que presentaba las lesiones más traumáticas, según las pesquisas.
Peque (de 28 años) y Yenny (de 27), la pareja hallada muerta, dejan cuatro hijos huérfanos. Lucía (18), la joven herida, se encuentra en estado grave en el hospital 12 de Octubre de Madrid.
Lo sucedido “ha sido una salvajada”, dijo Rocío, madre de Peque, en declaraciones a Tele Madrid. “No ha sido una ajuste de cuentas. Fue una pelea que mi cuñado quiso evitar”.
La mujer contó que los ocho miembros de su familia, cuatro matrimonios, entre los que se encontraban Peque, Yenny y Lucía, se dirigieron juntos a una furgoneta para huir del lugar, pero no pudieron. Un niño pequeño fue atropellado y se vieron acorralados y obligados a salir de la furgoneta. “Salieron los ochos corriendo y no pudieron escapar”.
Rocío y la madre de Yenny pasaron la noche buscando a sus hijos por los campos. “Pasamos tres veces por esa carretera y no los vimos”, dijo. Dijo que sus teléfonos no contestaban y tenían la esperanza de que hubieran sido detenidos. “Yo le decía, no te preocupes Eva, que están bien, que han sido detenidos”, contó a Tele Madrid.
Pero a la mañana siguiente los cuerpos de la pareja fueron hallados sin vida, mientras Lucía fue encontrada herida tras pasar toda noche tirada en medio del campo.
Los investigadores continúan ahora con las pesquisas y por el momento no hay detenidos ni identificados. Mientras, la Guardia Civil aumentó la vigilancia en El Álamo y alrededores para localizar al conductor del vehículo que provocó el atropello y para que no haya altercados. Los investigadores trabajan con los patriarcas de los respectivos clanes para que calmen los ánimos y no haya venganzas.
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