El matrimonio arreglado es una norma en diferentes partes del mundo, como India, en donde es un elemento de sumo interés a tal grado que Netflix le ha dedicado un reality show: Indian Matchmaking, el cual, sin embargo, muestra la superficie de un sistema de objetivación de la mujer.
“Desafortunadamente, refuerza algunas de las partes muy negativas de la India hoy. Me decepcionó, por supuesto, hay colorismo, hay casteismo, hay mucho énfasis en la belleza tradicional”, comentó Ruchika Tulshyan, fundadora y CEO de la empresa Candor, la cual asesora a empresas sobre estrategias de diversidad e inclusión, durante una entrevista con NBC News.
El programa se centra en Sima Taparia, una mujer de 50 años que viaja alrededor del mundo con el fin de encontrar parejas para sus clientes adinerados en India y Estados Unidos, siempre dejando claro que en India, los matrimonios se realizan entre dos familias y no entre un par de personas.
Es por ello que esta serie muestra una problemática subyacente en la norma de los matrimonios arreglados, pues aunque se enfatiza que las mujeres tienen el derecho de elegir o rechazar a los hombres que se les presentan, también se muestra la presión por la que pasan, debido a las expectativas sociales y deberes familiares.
El argumento de la producción es familiar para Tulshyan, originaria de Singapur y con ascendencia india, pues a sus 22 años, su madre comenzó a buscarle un esposo. “En realidad, encontré que el programa era algo que realmente resonó con mi experiencia”, comentó la empresaria de 33 años.
A esa edad, la también articulista en medios como Forbes o Bloomberg, ya había terminado su curso de posgrado y estaba a punto de comenzar su exitosa carrera; no obstante, se sorprendió al saber que su madre había ingresado su nombre y fotografía en un portal de emparejamiento sin su consentimiento e incluso ya habían comenzado a hablar con un hombre a quien consideraban adecuado para un compromiso.
“Por respeto a mis padres, dije: ‘Muy bien, bueno, si realmente quieren que tenga una conversación con esta persona, lo haré‘, y lo hice”, pero al final terminó casándose con el sujeto, narró la mujer que en 2019 fue nombrada como una de las 50 pensadoras más influyentes del mundo.
Esa dinámica es algo que se muestra a lo largo de la serie, en donde los padres también insisten en que los hombres deben tener una novia de “buena familia” y su propia casta, lo cual revela un asunto de casteismo que se perpetúa a través de este tipo de contenido.
Si bien la discriminación de castas se ha prohibido en la India, únicamente el 5% de los matrimonios son intercastas, de acuerdo con la Encuesta de Desarrollo Humano de la India de 2014, lo que demuestra que este aspecto todavía influye en la vida cotidiana.
Por otra parte, aunque los matrimonios arreglados son comunes en este país (90% de las uniones están acordadas) y el emparejamiento ha sido el trabajo de sacerdotes familiares, entre otras personas, las estadísticas muestran que la tendencia de las parejas que se casan por amor ha aumentado, especialmente en las zonas urbanas.
No obstante, algo que ha sorprendido a raíz del estreno de esta serie es que hombres de nacionalidad indio-estadounidense con una buena posición económica e independientes están igualmente dispuestos a recurrir a “métodos del pasado” para encontrar a su pareja ideal.
La serie ha recibido críticas en redes sociales, debido a las condiciones que se le imponen a las mujeres para ser consideradas como una buena pareja para hombres, pues en muchos capítulos se menciona que deben cumplir con cierta estatura o tono de piel para cubrir las expectativas de la familia.
En este sentido, Tulshyan cuestionó la forma en que se retrata a algunas de las mujeres participantes en el show. El ejemplo más representativo es el de una abogada de Houston a quien se le hace ver como exigente, difícil e intransigente y por ello se ha convertido en objeto de memes por parte de los espectadores.
“Vi Indian Matchmaking. Todo lo que puedo decir es que al menos transmite cómo es el casteismo, el clasismo, el colorismo y la preferencia de los hijos varones sobre las mujeres. Todavía están vivos y pateando en caso de que alguien piense lo contrario”, tuiteó una persona.
En torno al tema de los matrimonios arreglados, estimaciones del Fondo de Población de la Naciones Unidas, un organismo de la ONU encargado de la salud sexual y reproductiva, alertaron que la suspensión de programas en favor de la mujer y la crisis económica a causa de la pandemia de COVID-19, podría generar 13.000.000 de matrimonios precoces forzados a lo largo de los próximos diez años en el mundo.
Si bien el panorama posterior a la pandemia es sumamente complejo, Tulshyan admitió que históricamente el sistema ha estado en contra de ellas, pero recomendó desaprender muchas cosas que se han dado por hecho en torno a las mujeres y su realización. “La sociedad ha dicho que nuestro valor están determinados por el matrimonio y los hijos, y vale la pena escuchar distinto”.
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