El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, ordenó este miércoles reforzar las medidas de seguridad de cara a las elecciones presidenciales del próximo 9 de agosto tras la detención de 33 supuestos mercenarios rusos de la compañía militar privada Wagner.
“El presidente (...) llamó a incrementar los controles de acceso a los lugares de las actividades, garantizar la seguridad, revisar a los asistentes”, informó el secretario de Estado del Consejo de Seguridad bielorruso, Andréi Ravkov, citado por la agencia Belta.
Las fuerzas de seguridad de Bielorrusia detuvieron en la madrugada de este miércoles a 33 supuestos mercenarios de la compañía militar privada rusa conocida como grupo Wagner, que presuntamente tenían la tarea de provocar el caos en el país de cara a las elecciones presidenciales del 9 de agosto próximo.
Ante esto, el mandatario bielorruso, quien había advertido varios días atrás del posible uso de mercenarios extranjeros para desestabilizar la situación en el país de cara a las presidenciales, convocó a una reunión de urgencia con el Consejo de Seguridad nacional, con el fin de analizar la situación.
Lukashenko indicó que si los detenidos son ciudadanos rusos “es necesario dirigirse inmediatamente a las correspondientes entidades de Rusia, para que expliquen lo que ha sucedió”. El mandatario afirmó que si las autoridades rusas “son culpables, tienen que salir dignamente de esta situación”.
“Si no lo son, entonces bien, no tenemos como objetivo difamar a un país cercano a nosotros”, dijo.
Por su parte, Ravkov señaló que el Ministerio de Exteriores citará a los embajadores de Rusia y Ucrania, ya que entre los detenidos hay personas que combatieron junto a las milicias separatistas prorrusas en la región ucraniana de Donbás.
Además, afirmó que entre los detenidos hay francotiradores, zapadores, informáticos, lo cual será tomado en consideración “para aplicar una serie de medidas organizativas con el fin de garantizar la seguridad”, indicó.
Ravkov informó de que las autoridades bielorrusas no recibieron información alguna de que Rusia enviase este tipo de unidades a un tercer país utilizando a Bielorrusia de punto intermedio.
Según fuentes de seguridad citadas por la agencia oficial bielorrusa Belta, los servicios secretos fueron informados con anterioridad de la llegada al país de más de 200 mercenarios que tenían la misión de sabotear los comicios presidenciales.
La totalidad de las detenciones, menos una, se llevó a cabo en un sanatorio en las afueras de Minsk.
Según Belta, todos los detenidos son miembros del Grupo Wagner, propiedad del oligarca ruso Yevgueni Prigozhin, cercano al presidente ruso, Vladimir Putin, conocido por su participación en el conflicto en Siria y por el apoyo al Ejército de Liberación Nacional Libio, liderado por el mariscal Jalifa Hafter.
Las autoridades no ofrecieron información sobre el paradero del resto de los mercenarios que presuntamente ingresaron en Bielorrusia.
Los militares fueron detenidos en la madrugada de este miércoles por una unidad del Comité de Seguridad del país (KGB) apoyado por las fuerzas antidisturbios OMON.
El KGB hizo público un listado de los 33 detenidos, todos ellos ciudadanos rusos, nacidos entre 1971 y 1989, y señaló que el Comité de Investigaciones lleva a cabo en estos momentos las pesquisas correspondientes.
Esta detención aumenta los recelos de Minsk respecto a Moscú, atizados por el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, en los últimos años y que volvieron a adquirir vigencia tras la detención en junio pasado del ex banquero Víctor Babariko, que aspiraba a convertirse en su principal rival en los comicios del 9 de agosto.
En esa ocasión, el mandatario bielorruso indicó que había abortado un “gran plan de desestabilización” del país detrás del cual estaría Rusia.
Con información de EFE
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