La pandemia del nuevo coronavirus destruyó más de un millón de empleos en España en el segundo trimestre, una destrucción laboral a un ritmo récord, la gran mayoría en los servicios y la industria turística, informó este martes el Instituto Nacional de Estadística.
Según mostraron los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), el desempleo aumentó del 14,41% el trimestre anterior al 15,33%, un máximo de dos años. Sin embargo, estos datos no reflejan todo el alcance de la crisis al dejar fuera a las personas en situación de despido temporal financiado por el Estado, o ERTE, y a las que no cumplen con los criterios técnicos de desempleo. Los desocupados temporales son otros 3,4 millones de personas.
Como consecuencia de ello, solo 13,9 millones de los 18,6 millones de ocupados del país trabajaron “efectivamente” durante el segundo trimestre y el número de horas trabajadas cayó un 23% respecto al periodo anterior, “un descenso sin precedentes”, señala el INE.
El segundo trimestre es tradicionalmente bueno para la actividad debido al comienzo de la temporada turística de España. Pero el sector se vio paralizado por la pandemia y una serie de nuevas restricciones y cuarentenas tampoco son un buen augurio para el verano, pese a que se levantaron los confinamientos en junio. Por otro lado, los analistas encuestados por Reuters habían pronosticado que el desempleo alcanzaría el 16,7%.
La mayoría del trabajo perdido (817.000 empleos) corresponde a los servicios, muy vinculado al turismo, en el que España es una potencia mundial, con 83,7 millones de visitantes extranjeros en 2019. En la industria y la construcción, la pérdida de ocupados supera las 100.000 personas, mientras que en la agricultura el impacto es menor, con 21.400 ocupados menos. “Estamos ante un dato terrible, seguramente el peor de la historia”, dijo a la radio Cadena Ser el secretario general del sindicato UGT, Pepe Álvarez.
Sin embargo, ha sido la primera vez en su larga historia de crisis económicas que España ha hecho un uso masivo de los planes de protección del empleo para limitar los despidos frente a los encierros forzados. De no ser así, se habrían perdido muchos más puestos de trabajo que los 1.074.000 registrados en el segundo trimestre.
LAS MUJERES Y LOS JÓVENES, LOS MÁS AFECTADOS
Además del factor de los ERTE, muchos españoles no cumplían con los criterios técnicos para la categoría de desempleo, como la búsqueda activa de un nuevo trabajo.
La destrucción de puestos de trabajo tuvo un mayor impacto en los trabajadores con contratos temporales, las mujeres y las personas con edad entre 16 y 24 años, dijo la secretaria de Estado de Economía Ana de la Cueva.
Los datos del Gobierno mostraron la intensidad del confinamiento, ya que sólo el 35% de la población activa, unos 14 millones de personas, fueron realmente capaces de realizar su trabajo en el segundo trimestre, en especial trabajadores esenciales y los que estaban en régimen de teletrabajo.
La crisis sanitaria truncó la recuperación del frágil mercado laboral español que en 2013 había rozado una tasa de paro del 27% y a finales de 2019 se ubicaba en el 13,8%, la peor de la zona euro después de Grecia.
A diferencia de entonces, en esta ocasión la destrucción de empleo no se debe a “la acumulación de desequilibrios” en el mercado, sino a “las restricciones a la oferta de bienes y servicios”, indicó el economista jefe del instituto BBVA Research, Miguel Cardoso. En cambio, está afectando a sectores que “suponían un refugio en épocas de crisis” como la hostelería o la restauración, añadió.
"La recuperación del empleo y de la economía va a ser lenta", apuntó en un comunicado Javier Blasco, director del centro de estudios del grupo Adecco.
Para finales de año, el gobierno pronostica un desempleo del 19%, por debajo del 20,8% previsto por el Fondo Monetario Internacional.
Hasta el momento, son 278.782 los contagiados en España y 28.434 los fallecidos, según los datos oficiales difundidos por Sanidad. Y los últimos reportes no son alentadores. Nuevos rebrotes llevaron al Reino Unido, primer cliente turístico del país, a imponer una cuarentena a los pasajeros procedentes de España y a recomendar a sus ciudadanos a no ir al país. Otros países europeos como Alemania, Francia, Bélgica u Holanda también desaconsejan viajar a algunas zonas más afectadas, como Cataluña y Aragón.
(Con información de Reuters, AFP y EFE)
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