El ejército israelí dijo el lunes que frustró un ataque del grupo terrorista Hezbollah en el área del Monte Dov, abriendo fuego contra un grupo de combatientes del grupo terrorista que ingresó al territorio israelí desde el Líbano.
Los combatientes de Hezbollah intentaron infiltrarse en la frontera y atacar un puesto avanzado de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), dijo el ejército a la emisora Channel 12. Fueron identificados por el ejército, que los rastreó moviéndose a través del follaje hacia el puesto avanzado, ubicado en Har Dov, en un lugar donde no existe una valla fronteriza.
Cuando los combatientes pasaron la Línea Azul, la frontera internacional, las tropas israelíes abrieron fuego. Siguieron grandes bombardeos de las FDI para evitar nuevos ataques.
No se reportaron heridos entre las tropas israelíes, informaron las FDI. Mientras tanto, a los civiles israelíes en el norte se les ha dicho que pueden regresar a sus rutinas diarias, con el incidente ahora bajo control.
Sin embargo, el portavoz de las FDI, Hidai Zilberman, dijo que hay “días tensos y complicados que nos esperan”.
Por su parte, Hezbollah negó toda participación en enfrentamientos con Israel. “Hasta ahora la resistencia islámica no participado en ningún enfrentamiento, no ha abierto fuego durante los acontecimientos del día”, aseguró el grupo terrorista en un comunicado. “Todo lo que reportan los medios enemigos sobre una operación de infiltración desde el Líbano que habría sido frustrada (...) es totalmente falso”, agregó. Sin embargo, el ataque fue confirmado también por medios árabes y cercanos al grupo terrorista.
El informe se produjo cuando Israel estaba en alerta por un posible ataque del grupo terrorista libanés Hezbollah. Las tensiones aumentaron desde que un ataque aéreo israelí en Siria mató a un terrorista de Hezbollah la semana pasada.
El incidente ocurrió en un área conocida como Chebaa Farms, un área capturada por Israel en la guerra de Oriente Medio de 1967 y reclamada por el Líbano.
Hablando en el parlamento, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que el gobierno seguía de cerca los acontecimientos en el norte.
“El ejército está preparado para todos los escenarios”, dijo. “Operamos en todas las arenas para la defensa de Israel, cerca de nuestras fronteras y lejos de nuestras fronteras”.
Medios israelíes dijeron que el primer ministro le dijo posteriormente a los miembros de la facción del Likud en la Knéset: “Estamos en un incidente de seguridad difícil”.
En los últimos días, Israel ha reforzado su presencia en la zona: la semana pasada desplazó más tropas, restringió la circulación en algunas carreteras cercanas a la frontera al uso de vehículos militares y limitó el tráfico a civiles en ciertas rutas. Además, las tropas desplegadas en el norte del país han sido reforzadas con artillería y sistemas de defensa aérea. A pesar de ello, la vida en la región sigue con normalidad.
Anoche, un dron israelí se estrelló en territorio libanés mientras realizaba una misión a lo largo de la Línea Azul, la demarcación que separa a Israel de Líbano. Su caída se debió probablemente a un fallo técnico, pero se sigue investigando y se desconoce con exactitud si fue derribado o cayó por una avería.
“No queremos ninguna escalada innecesaria, pero cualquiera que nos ponga a prueba” se enfrentará a fuertes represalias, advirtió el domingo el ministro de Defensa, Beny Gantz, que visitó la zona y se reunió con altos mandos del Ejército.
No hubo una declaración inmediata de Hezbollah sobre el ataque.
La fuerza de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas en el Líbano, conocida como UNFIL, dijo que su comandante el mayor general Stefano Del Col estaba en contacto con ambas partes para evaluar la situación y disminuir las tensiones.
“Insta a la máxima moderación”, dijo la declaración de la FPNUL.
Israel, aseguró, seguirá garantizando su seguridad en la región, lo que incluye acabar con “el atrincheramiento iraní en Siria, bloquear el traslado” de armamento avanzado a ese país, e “impedir el desarrollo” de misiles guiados de precisión en Siria y Líbano.
Desde hace años, las fuerzas israelíes atacan objetivos de Hezbollah y de grupos armados proiraníes en Siria -donde estos respaldan al régimen de Bashar al Assad- para tratar de impedir que establezcan una presencia militar permanente en la región.
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