La Oficina General de Construcción del Ejército del Pueblo Coreano empezó a trabajar el 10 de julio en el proyecto de expansión. Kim Jong-un dejó claro que el plazo para la finalización de los trabajos es el 10 de octubre, cuando se cumple el 75 aniversario de la fundación del Partido del Trabajo de Corea.
“El Comandante Supremo emitió una orden al Campo de Tiro de Artillería General el 6 de julio”, dijo una fuente norcoreana citada por el Daily NK. “La orden orden instruyó a las brigadas de construcción militar a unir fuerzas para ampliar el campo de tiro y darle una mejora técnica y geográfica”.
Ubicado en Daewon, en el distrito Sadong, cerca de Pyongyang, la capital, es un importante sitio de pruebas de artillería. “El objetivo es producir una mayor cantidad de nuevas armas de artillería y probarlas”, afirmó la fuente consultada por el periódico surcoreano.
La determinación muestra la obsesión que tiene Kim con la artillería. Además, se inscribe en un plan más amplio por parte del régimen, que pretende fortalecer su poder militar, preparándose para un hipotético ataque contra Corea del Sur.
Aunque el mundo observa desde hace tiempo con mucho temor el programa de misiles de largo alcance y las pruebas nucleares de Corea del Norte —que el régimen de Pyongyang defiende como una respuesta legítima ante posibles agresiones extranjeras—, para los habitantes de Corea del Sur, sin embargo, la inmensa artillería de la que dispone su vecino del norte es una amenaza mucho más inmediata.
Con capacidad suficiente para devastar parte de Seúl, la artillería que tiene el régimen de Kim Jong-un es uno de los arsenales más grandes del mundo, de acuerdo con un análisis publicado el mes pasado por la agencia Reuters, que marcó en mapas la localización y el alcance de este tipo de armas presentes a pocos kilómetros de la frontera entre ambos países.
Las dos Coreas se encuentran en estado de alerta desde que la guerra en la década de 1950 se cerrara en falso. Cuando la tensión aumenta, desde los medios oficiales de Pyongyang se suele hablar de lanzar una “lluvia de fuego” sobre la capital surcoreana y los 10,2 millones de personas que viven cerca del borde con el Norte.
El régimen de Pyongyang no ofrece detalles sobre su artillería en la frontera, pero los expertos consultados por Reuters creen que Corea del Norte cuenta con alrededor de 13.600 cañones y lanzacohetes cerca de la frontera con su vecino del sur. Su arsenal incluye cañones de largo alcance y lanzacohetes que los especialistas consideran operativos, a pesar de ser anticuados.
Como tantas otras veces, los nuevos planes de expansión armamentista de la familia Kim afectan directamente los intereses de los ciudadanos norcoreanos. En ese caso, de los agricultores que viven cerca del sitio de pruebas. “La repentina orden de ampliar el campo de tiro dio lugar a un anuncio de que se arrasarán las casas particulares y los campos de fresas dentro de una zona designada”, explicó la fuente citada por el Daily NK.
“Los equipos de demolición están actualmente derribando casas con excavadoras”, dijo el informante. “Los locales se han visto obligados a guardar sus pertenencias en almacenes proporcionados por el Ejército y el Estado, y se han mudado con familiares cercanos”.
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