El rey Salman de Arabia Saudita reapareció en público para dirigir una reunión gubernamental desde el Hospital Especializado Rey Faisal de Riad, donde ingresó el lunes para someterse a unas pruebas médicas como consecuencia de una inflamación de la vesícula biliar.
Desde su hospitalización por esta colecistitis no se había informado sobre su estado de salud, lo que ha alimentado las especulaciones previas sobre el verdadero estado del monarca saudí.
El martes por la noche, el rey Salman reapareció en la televisión estatal para encabezar una sesión virtual del Ejecutivo que aprovechó para dar gracias a Alá por su salud, así como al personal sanitario por los cuidados médicos recibidos, así como a “todos los que quisieron informarse sobre su estado de salud”.
Tras ello, el Gabinete se dedicó a los asuntos gubernamentales, centrando su atención en la situación de la pandemia de coronavirus en el país y, en concreto, en las medidas preventivas a adoptar de cara al Hajj, la peregrinación anual a La Meca, según ha informado el diario local 'Saudi Gazette'.
El gobierno casi nunca da información sobre la salud del monarca, que desde 2015 dirige el país, el primer exportador de petróleo crudo del mundo y la mayor economía árabe.
Desde la crisis sanitaria provocada por la pandemia de covid-19, el soberano saudita, uno de los dirigentes de más edad de la región, casi nunca aparece en público. Pero continuó presidiendo en videoconferencia las reuniones semanales del consejo de ministros.
La salud del rey Salman, de 84 años de edad, está en el punto de mira desde que en 2017, dos años después de ascender al trono, cedió gran parte de su poder a su hijo y príncipe heredero, Mohamed bin Salman, considerado el gobernante ‘de facto’ del país.
Ese mismo año, decenas de miembros de la familia real de Arabia Saudí, así como empleados estatales e importantes empresarios, fueron objeto de una redada contra la corrupción que, de acuerdo con los analistas políticos, habría sido una purga de Bin Salman, de 34 años.
Tras ser nombrado príncipe heredero, fue visto como una fuerza del progreso en el reino árabe por sus planes para diversificar la economía y la leve apertura hacia los derechos de las mujeres, si bien esta imagen internacional se vio dinamitada por el asesinato del periodista saudí Yamal Jashogi, por el que ha sido señalado.
(Con información de Europa Press y AFP)
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