El Reino Unido publica este martes un informe muy esperado sobre posibles injerencias rusas, sobre todo en la campaña sobre el referéndum de 2016 que condujo al Brexit, en un contexto de frías relaciones entre Londres y Moscú.
El informe, de 50 páginas, fue redactado por la Comisión parlamentaria de Inteligencia y Seguridad (ISC) y aborda las sospechas de injerencia en la campaña del referéndum sobre la salida de la Unión Europea de 2016, que ganó el bando a favor del Brexit con un 52% de los votos.
Su publicación coincide con la visita a Londres del secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo.
El jueves pasado, el Reino Unido apuntó que “actores rusos” podrían haber interferido durante la campaña de las legislativas del pasado diciembre, después de que salieran a la luz, en internet, unos documentos relativos a las negociaciones entre Londres y Washington sobre un futuro acuerdo comercial post-Brexit.
Londres también acusó a los servicios de inteligencia rusos de estar detrás de una serie de ataques informáticos destinados a robar los datos de una investigación sobre una posible vacuna contra el nuevo coronavirus.
Según el organismo gubernamental británico encargado de ciberseguridad, un grupo de ‘hackers’ rusos atacó organizaciones británicas, canadienses y estadounidenses para robar sus investigaciones sobre una vacuna contra el SARS-CoV2.
El Kremlin rechazó esa afirmación y dijo que se trataba de “acusaciones sin fundamento”.
La comisión de investigación y de seguridad inició su investigación en noviembre de 2017 y entregó su informe al primer ministro el pasado octubre. A principios de noviembre, el gobierno fue criticado por no querer publicarlo antes de las elecciones del 12 de diciembre, que los conservadores ganaron cómodamente bajo el liderazgo del primer ministro Boris Johnson. En aquel entonces, el ejecutivo aseguró que si no difundía el informe era por razones de seguridad nacional.
La investigación de la ISC buscaba responder a la inquietud generada por la supuesta interferencia en las elecciones estadounidenses de 2016 y el impacto de las campañas de desinformación provenientes de Rusia.
La entonces primera ministra británica, Theresa May, acusó a Rusia de propagar “historias falsas” para “sembrar la discordia en el Oeste y socavar nuestras instituciones”.
Las relaciones entre Londres y Moscú se enfriaron desde el envenenamiento, en territorio británico, del exagente ruso Sergei Skripal, en la ciudad de Salisbury (suroeste), en marzo de 2018.
Rusia negó toda implicación, pero el caso desembocó en una oleada de expulsiones cruzadas de diplomáticos entre Londres y sus aliados y Moscú.
Con información de AFP
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