La inmunidad de rebaño es uno de los conceptos epidemiólgicos que se popularizaron en el mundo durante esta pandemia. Algunos expertos consideran que, sin una vacuna, es la única forma de detener la propagación del virus. El supuesto del que parten es que, como las personas que se infectan y se curan desarrollan inmunidad, ya no pueden volver a contagiarse, al menos no en el corto plazo. Como consecuencia, si muchas personas se vuelven inmunes, el patógeno tiene cada vez menos receptores a los que pasar, lo que llevaría a su progresiva desaparición.
Sin negar sus supuestos, los expertos que cuestionan a quienes sostienen que hay que buscar la inmunidad de rebaño afirman que para que efectivamente dé resultado tendría que contagiarse más de la mitad de la población. Algunos hablan incluso de un 60 o 70 por ciento. Y, si eso sucediera, morirían cientos de miles de personas más de las que fallecieron hasta ahora.
Sin embargo, un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Oxford afirma que con un 20% de la población podría ser suficiente para lograr la inmunidad de rebaño. “Demostramos que el umbral de la inmunidad de rebaño puede reducirse en gran medida si una fracción de la población es incapaz de transmitir el virus debido a una resistencia innata o a una protección cruzada contra la exposición a los coronavirus estacionales”, sostiene el informe elaborado por el equipo que trabaja bajo la dirección de la epidemióloga Sunetra Gupta.
Lo que sucede es que los anticuerpos son solo una parte del sistema inmune. Pero los linfocitos T, que ofrecen una respuesta celular a los virus, son incluso más importantes, pero muy difíciles de medir. Los investigadores sostienen que muchas personas pueden eliminar el SARS-CoV-2 porque su sistema inmune lo reconoce a pesar de no haber estado en contacto directo con él. Algunos, por una respuesta innata, otros, por haber estado en contacto con otros coronavirus, que son endémicos, pero desconocidos para el público porque solo causan resfriados.
“Parece que una parte de la población no desarrolla anticuerpos al virus. Pueden expulsarlo con respuestas inmunes de otro tipo, ya sea a través de las células T o de anticuerpos relacionados con otros coronavirus que están circulando. Y es posible que algunas personas consigan derrotar al virus con defensas primarias, de primera línea. Los niveles de anticuerpos que estamos viendo en distintos lugares son muy heterogéneos (...) Pero hay otra parte de la ecuación que es cuánta gente necesita tener anticuerpos para que esto se vaya. Si se considera que quizás muchos de nosotros ya somos resistentes por respuestas inmunes preexistentes por la exposición a virus relacionados, esa fracción puede ser mucho más baja que algunos de los números que se han lanzado”, explicó Gupta en una entrevista reciente con Infobae.
El modelo teórico publicado esta semana por Gupta y sus colaboradores llega a la conclusión de que con un 20% de la población con anticuerpos podría ser suficiente, y que probablemente el Reino Unido, el país más afectado de Europa, con más de 45.000 muertos y casi 300.000 infectados, ya haya alcanzado ese nivel.
“Estos resultados ayudan a explicar el gran grado de variación regional que se observa en la seroprevalencia (los tests de anticuerpos) y en las muertes acumuladas, y sugieren que puede haber ya suficiente inmunidad de grupo para mitigar sustancialmente una posible segunda ola”, sostiene el informe, que aún no fue sometido a una revisión por parte de pares. “Así pues, un segundo pico puede dar lugar a muchas menos muertes, en particular entre los que tienen comorbilidades en las clases de edad más jóvenes”.
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