El presidente de Rusia, Vladimir Putin, apoyó este jueves a su homólogo chino, Xi Jinping, en sus esfuerzos para “mantener la seguridad nacional en Hong Kong”, luego de la aprobación de la polémica ley de seguridad que avanza contra la autonomía de la ex colonia británica.
Ambos líderes sostuvieron una conversación telefónica, según confirmó el Ministerio de Asuntos Exteriores de China, que reportó que Putin le dijo a Xi que se opone a “cualquier medida provocativa que socave la soberanía china”.
“Creo que China es totalmente capaz de mantener la prosperidad y la estabilidad de Hong Kong a largo plazo”, dijo Putin, citado por la cartera china de Exteriores.
Por su parte, Xi felicitó a Putin por el plebiscito de reforma constitucional, votado entre el 25 de junio y el 1 de julio, que permitiría al mandatario ruso permanecer el poder hasta 2036, un proceso denunciado por varias irregularidades.
“Como siempre, China apoyará a Rusia a la hora de elegir un camino de desarrollo que se amolde a sus características”, dijo Xi, y agregó que “es necesario que ambos países sigan cooperando en un momento de cambios en la situación internacional”.
La buena sintonía entre los dos mandatarios quedó implícita al rechazar al unísono la “interferencia de otros países” en sus asuntos internos, algo que se debe “prevenir”, en clara alusión a la supuesta injerencia extranjera en Hong Kong.
La buena sintonía entre los dos mandatarios quedó implícita al rechazar al unísono la “interferencia de otros países” en sus asuntos internos, algo que se debe “prevenir”, en clara alusión a la supuesta injerencia extranjera en Hong Kong.
Las libertades de Hong Kong han quedado en entredicho a ojos de buena parte de la comunidad internacional tras la reciente imposición, por parte de Beijing, de una controvertida ley de seguridad para la ciudad.
La normativa castigará hasta con cadena perpetua supuestos de “secesión, subversión contra el poder estatal (cargo habitualmente usado contra disidentes y críticos del régimen comunista), actividades terroristas y confabulación con fuerzas extranjeras para poner en riesgo la seguridad nacional”, categorías tan amplias e indefinidas que para los críticos de la ley buscan poner un freno a la ola de protestas pro democráticas que tuvieron lugar en 2019 y comienzos de 2020, centradas en el creciente control de Beijing sobre la ciudad.
Mediante el acuerdo de traspaso de soberanía firmado en 1997 entre el Reino Unido y China, la ex colonia Hong Kong volvió a ser parte del gigante asiático pero se le permitió mantener el sistema capitalista y las protecciones a la libertad de expresión y protesta, que los habitantes del resto del país no gozan. Este acuerdo, conocido como el de “un país, dos sistemas”, debía regir por 50 años hasta 2047, aunque la reciente ley de seguridad nacional parece haberlo puesto en duda.
Rusia ha salido en defensa de su vecino asiático en numerosas ocasiones, y en mayo aseguró que no veía motivos para culpar a China por la propagación del nuevo coronavirus y mostró su “preocupación” por las acusaciones de Estados Unidos contra el país asiático.
(Con información de EFE)
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