Las autoridades serbias impusieron este jueves nuevas restricciones, como la prohibición de reuniones de más de diez personas en Belgrado, tras un importante repunte en los últimos días de casos de COVID-19 en la capital.
Estas restricciones se producen tras dos noches de disturbios en las protestas contra la gestión de la pandemia por parte del Gobierno, al que acusan de haber permitido grandes concentraciones por motivos políticos antes de las elecciones del 21 de junio.
No se introduce, sin embargo, el toque de queda durante el fin de semana, por el que abogó el presidente, Aleksandar Vucic, y que desató las protestas.
La primera ministra, Ana Brnabic, declaró después de una reunión con especialistas que en espacios cerrados tanto públicos como comerciales sólo se permitirá la presencia de una persona por cada cuatro metros cuadrados.
Además, restaurantes, cafés, tiendas y centros comerciales no podrán trabajar desde las 21.00 horas de la noche hasta las 06.00 de la mañana.
“Las medidas son provisionales, dependiendo de los efectos, y serán retiradas en cuanto haya condiciones para una vida más normal”, dijo Brnabic, citada por la televisión pública serbia RTS.
La jefa del Gobierno dijo que las medidas son necesarias ante la “crítica situación en Belgrado”, donde se están saturando los hospitales con pacientes infectados por la COVID-19.
Brnabic declaró que el país "pagará caro" las protestas multitudinarias de los dos últimos días en Belgrado, que derivaron en choques violentos, cuando miles de ciudadanos se manifestaron contra las medidas restrictivas por el coronavirus y la gestión de la crisis.
La primera ministra pidió dejar las protestas antigubernamentales para mejores momentos y proteger el sistema sanitario.
Explicó que no se ha introducido el toque de queda del fin de semana, por el que abogó Vucic y que desató el descontento, ya que el Gobierno prefiere un “paso intermedio por la economía y los ciudadanos”.
Las nuevas medidas se introducen después de que la pasada semana el Gobierno impusiera la obligación del uso de mascarillas en los espacios públicos cerrados y que se mantenga una distancia de un metro y medio entre las personas.
Belgrado, de 1,7 millones de habitantes, es la ciudad más afectada de Serbia por el repunte del coronavirus en las últimas tres semanas, aunque también es difícil la situación en otras varias zonas del país.
Serbia ha registrado hasta ahora 17.342 casos de contagios y 352 muertos por la COVID-19.
Con información de EFE
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