En medio de la polémica por la aplicación de la nueva ley de seguridad nacional, y pese a la condena internacional, el régimen de China abrió este miércoles una nueva oficina para que sus agentes de seguridad operen públicamente en Hong Kong por primera vez, de acuerdo a lo informado por medios estatales.
“La Oficina para la Salvaguarda de la Seguridad Nacional del Gobierno Popular Central en la Región Administrativa Especial de Hong Kong fue inaugurada aquí el miércoles por la mañana”, dijo la agencia de noticias china Xinhua.
La nueva base es el Hotel Metropark, un rascacielos con vistas al Parque Victoria de Hong Kong.
Una placa con el nombre de la agencia de seguridad fue revelada en la madrugada del miércoles frente al gobierno y la policía de Hong Kong, dijo un reportero de la agencia AFP. La policía, en tanto, bloqueó las carreteras alrededor del hotel.
Una bandera china fue desplegada en un poste erigido fuera del edificio mientras que una placa con el emblema de la República Popular de China fue colocada durante la noche.
Beijing impuso una nueva ley de seguridad en Hong Kong la semana pasada, dirigida a actos de subversión, secesión, terrorismo y colusión extranjera. Entre las numerosas disposiciones que rompen los precedentes que contiene la ley está la autorización para que el aparato de seguridad de China trabaje abiertamente en el interior de Hong Kong, con facultades para investigar y enjuiciar los delitos contra la seguridad nacional.
En ese contexto, los poderes de la policía de Hong Kong en materia de seguridad se ampliaron considerablemente. Las fuerzas del orden podrán, por ejemplo, realizar registros sin orden judicial si estiman que existe una amenaza “inminente” para la seguridad nacional.
El anuncio se produce justo cuando Facebook, Google y Twitter confirmaron que no responderían a las demandas de información sobre sus usuarios procedentes del gobierno y las autoridades de Hong Kong, por respeto a la libertad de expresión.
Esta nueva disposición, que fue publicada el lunes por la noche en un extenso documento, retira una gran parte del control judicial, que hasta ahora permitía enmarcar las prerrogativas de la policía en materia de vigilancia.
El jefe de la policía recibe por ejemplo el poder de controlar y suprimir en internet cualquier información si existen “motivos razonables” de pensar que viola la ley sobre la seguridad nacional.
La policía puede ordenar además a las empresas del sector internet y a los suministradores de servicio que retiren cualquier información de las redes y si se niegan, podrían ser objeto de multas y de condenas que pueden llegar hasta a un año de cárcel.
El jefe de la policía puede también pedir a organizaciones políticas internacionales, incluidas las taiwanesas, suministrar informaciones sobre sus actividades en Hong Kong, como sus fuentes de ingresos o sus gastos.
La nueva ley también torna ilegales algunas opiniones políticas, como el apoyo a la independencia o a una mayor autonomía del territorio.
Según los juristas, estos nuevos poderes son muy amplios y carecen de control. “Estas disposiciones son aterradoras porque dan a la policía poderes que normalmente están vigilados por el poder judicial”, estimó el abogado Anson Wong Yu-yat al diario de Hong Kong South China Morning Post.
La ley sobre la seguridad nacional impuesta el 30 de junio por China en Hong Kong es la decisión más radical tomada sobre esta ex colonia británica desde su retrocesión a China en 1997.
El texto se enfoca en delitos en cuatro categorías: subversión, secesión, terrorismo y confabulación con fuerzas extranjeras.
La jefa del ejecutivo de Hong Kong, Carrie Lam, que también goza de importantes poderes en materia de vigilancia por razones de seguridad a partir de ahora, afirmó el martes que el gobierno implementará “rigurosamente” la controvertida ley y consideró que devolverá estabilidad al territorio.
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