El experto iraquí en terrorismo y yihadismo Hisham al Hashemi fue asesinado a tiros este lunes en Bagdad, luego de haber sido amenazado por las milicias apoyadas por Irán.
Los asaltantes montaban motocicletas y persiguieron al analista hasta su casa, situada en el área de Zizna, en el este de la capital iraquí, y abrieron fuego contra el hombre de 47 años, explicó un portavoz del Ministerio de Interior, el coronel Mahmud Abu Ali.
La fuente agregó que la Policía ha trasladado el cadáver al Hospital Ibn al Nafis, en el centro de la ciudad.
El primer ministro iraquí, Mustafa al Kazemi, condenó el crimen y prometió perseguir a sus autores para que se les pueda imponer un “castigo justo”, al tiempo que aseguró que no permitirá que “los asesinatos regresen a la escena iraquí”, informó su oficina en Twitter.
En esta línea, la jefa de la misión de Naciones Unidas para Irak (UNAMI), Jeanine Hennis-Plasschaert, condenó enérgicamente este “acto despreciable de cobardía”, trasladó sus condolencias a las familias de la víctima y pidió al Gobierno que identifique “rápidamente” a los culpables y los lleve ante la Justicia.
Al Hashemi, autor de tres libros sobre extremismo y el grupo yihadista Estado Islámico (ISIS en inglés), trabajaba para los centros investigadores Center for Global Policy, con sede en Estados Unidos, y el Iraq Advisory Council, y fue asesor del Equipo de Reconciliación Nacional en la oficina del primer ministro, el presidente del Parlamento y la misión de la ONU en el país.
Semanas antes de su muerte Al Hashemi había señalado ante personas de confianza que temía un ataque de parte de las Fuerzas de Movilización Popular (Hashd al-Shaabi), milicias iraquíes financiadas por Irán, las cuales han crecido en tamaño en influencia en los últimos años. Incluso había considerado trasladarse a la ciudad norteña de Erbil, dentro de una región semiautónoma kurda en la que los grupos armados leales a Teherán tienen escasa presencia.
Al Hashemi se había dedicado en los últimos tiempos precisamente al estudio crítico del crecimiento de estas milicias, que fueron instrumentales en los combates contra el ISIS pero que ahora se han convertido en una agrupación armada poderosa en el país.
Los asesinatos selectivos son relativamente comunes en Irak y, si bien han remitido en los últimos meses, se intensificaron en medio de las protestas desencadenadas el pasado octubre en varios puntos del país para pedir más servicios básicos y menos corrupción.
En ese contexto, varios activistas han sido asesinados y han pasado a engrosar la lista de miles de fallecidos, en algunos casos a manos de milicias desconocidas.
En los últimos meses, Irak ha incrementado las operaciones contra remanentes del ISIS en la frontera con Siria y en el norte y centro del país, donde, según un informe reciente del Global Policy Center, se calcula que quedan unos 4.000 terroristas en activo y otros 8.000 en células durmientes.
En diciembre de 2017, el Gobierno declaró la victoria sobre el ISIS, pero el grupo yihadista aún tiene gran actividad en diversas zonas del oeste y noroeste del país.
Con información de AFP y AP
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