El Reino Unido comenzará a eliminar este mismo año el uso de la tecnología de Huawei en su red 5G por preocupaciones de seguridad, según los informes de la Oficina Central de Comunicaciones del gobierno británico. El primer ministro Boris Johnson está listo para realizar un cambio importante en las políticas de telecomunicaciones, luego de reevaluar los riesgos planteados por la compañía china, dijo el medio local Sunday Telegraph.
Johnson había decidido en enero permitir que Huawei desempeñara un papel “limitado” en la red 5G del Reino Unido, sin embargo, el aumento de las preocupaciones sobre este tema procedentes de sus propias filas conservadoras, en un clima de desconfianza mundial hacia a China, acusada de falta de transparencia en su gestión de la crisis del nuevo coronavirus, comenzó a pesar.
Ahora, un estudio presentado al mandatario esta semana asegura que las sanciones de los Estados Unidos a Huawei obligarán a la compañía a usar tecnología que “no es de confianza”, según los informes. El documento del Centro Nacional de Seguridad Cibernética revela que las medidas tomadas por el Gobierno de Trump que prohíben a la compañía china usar tecnología que depende de la propiedad intelectual estadounidense han tenido un impacto “severo” en la empresa, según The Sunday Telegraph.
A principios de este año, Johnson había dado luz verde luz verde a Huawei para construir el 35% de la nueva infraestructura de Internet de Gran Bretaña, con condiciones en las que quedaban excluidas de todas las redes de seguridad y de ubicaciones geográficas sensibles como sitios nucleares y bases militares.
La decisión generó “decepción” en Washington, que no cesa de denunciar el riesgo que representa el gigante chino. Estados Unidos sospecha que Huawei espía a favor de Beijing, lo que el grupo niega, y está haciendo todo lo posible, junto con sus aliados, para bloquearlo en el mercado de 5G. Es que para el gobierno de Donald Trump, Huawei es sinónimo de China.
El mayor temor es el referido a la injerencia que el régimen de Beijing tiene sobre su directorio, el cual compone. Por ley, las empresas chinas tienen la obligación de respaldar al Partido Comunista Chino con la información que requiera. Estos datos, en una corporación tecnológica como Huawei podría incluir datos sensibles de gobiernos y de usuarios en caso de que se quede con las redes de 5G.
De lograr los permisos para expandir su propia red en gran parte del planeta, el régimen de Xi Jinping tendría acceso -si así lo quisiera- a infinitos datos no solo de usuarios, sino de empresas, organizaciones y hasta de Gobiernos.
Además, Huawei es un componente sustancial de aparato militar chino. Su fundador, Zhengfei fue miembro del Ejército Popular de Liberación durante décadas. En 1978 se unió al Partido Comunista. En la fuerza, trabajó siempre en el área de innovación y ciencia, su gran pasión, donde se destacó hasta que cumplió su ciclo. En 1982 se radicó en la provincia de Shenzhen, cerca del mayor centro financiero de Asia, Hong Kong. Cinco años después concretaría su sueño.
Pero su amor por el Ejército no mutó y la colaboración fue permanente entre ambos actores. De acuerdo con una investigación hecha por Bloomberg, el acuerdo involucra investigaciones en las que participan empleados de la corporación y uniformados.
El gobierno norteamericano ha insistido en que países y operadores europeos de telecomunicaciones excluyan a la compañía china Huawei de todos los niveles de las redes 5G y no solo de los núcleos más sensibles de esos sistemas.
En este escenario, la compañía sueca de telecomunicaciones Ericsson ya ha dicho que sería capaz de reemplazar todos los equipos de Huawei en la red 5G del Reino Unido si el gobierno británico decide prohibir la compañía china.
En una entrevista con Sky News la semana pasada, el presidente de la compañía para Europa, Arun Bansal, dijo que Ericsson no estaba presionando para que se prohibiera a su rival chino, pero sería capaz de satisfacer la demanda de ser necesario. “Ericsson no se describe como un vendedor de alto riesgo”, explicó Bansal.
Estados Unidos está dispuesto a ayudar a otros países a comprar a proveedores occidentales la próxima generación de tecnología de telecomunicaciones para que puedan evitar los productos del gigante chino Huawei. De hecho, Australia, Japón y algunos otros han impuesto restricciones a la tecnología china, pero el equipo de bajo costo de Huawei es popular entre las naciones en desarrollo y está ingresando en Europa.
Keith Krach, subsecretario de estado norteamericano para desarrollo económico, advirtió que darle a Huawei incluso un pequeño papel en 5G le permitiría a Beijing expandir su “estado de vigilancia” al espiar teléfonos y otros sistemas basados en redes. “Existen numerosas herramientas financieras y ese tipos de cosas que pienso muchos países como nosotros están dispuestos a proveer, porque reconocemos ese peligro”, afirmó.
Meses atrás, los gigantes tecnológicos chinos Huawei y ZTE fueron designados como “amenazas a la seguridad nacional” por la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC). La designación implica que los 8.300 millones de dólares disponibles actualmente en subsidios federales a las telecomunicaciones en Estados Unidos no podrán ser usados para comprar productos y servicios de estas dos compañías, así como tampoco de sus empresas subsidiarias, afiliadas o matrices.
La FCC comenzó a aplicar este tipo de medidas en noviembre de 2019, en el marco de sus “esfuerzos constantes” para proteger las redes de comunicación de Estados Unidos ante “riesgos de seguridad”. En aquel entonces el regulador había había impuesto una veto a los proveedores de comunicaciones en áreas rurales de Estados Unidos al uso de equipamiento proveniente de estas empresas chinas, obligándolos a reemplazar el que ya estaba siendo utilizado.
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