La OMS advirtió que todavía no es posible saber cuando estará lista la vacuna contra el coronavirus

Hay decenas en etapa de investigación, y 17 en etapa de ensayos clínicos, pero el organismo afirmó que "sería poco inteligente" hacer predicciones sobre la fecha en la que se pueda comprobar su efectividad

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FOTO DE ARCHIVO. El director
FOTO DE ARCHIVO. El director ejecutivo del programa de emergencias de la Organización Mundial de la Salud, Mike Ryan, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, y la directora técnica del programa de emergencias de la OMS, Maria Van Kerkhovespeaks, hablan en una conferencia de prensa sobre el coronavirus, en Ginebra, Suiza. 6 de febrero de 2020. REUTERS/Denis Balibouse

Ninguna de las decenas de vacunas para el COVID-19 que se están investigando o de las 17 que están en etapa de ensayos clínicos está lo suficientemente avanzada como para pronosticar cuando podría empezar a producirse una vacuna eficaz y segura, dijo el viernes la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Sería poco inteligente predecir cuando una vacuna estará lista”, dijo el director de Emergencias Sanitarias de la OMS, Mike Ryan, quien, sin embargo, estima que para finales de este año se podrían tener resultados sobre la eficacia de las vacunas candidatas.

En ese caso se podría empezar con vacunaciones a principios del próximo año, pero ello dependerá de que haya una capacidad de producción suficiente, agregó.

FOTO DE ARCHIVO: Un vial
FOTO DE ARCHIVO: Un vial con una etiqueta en la que se lee "Vacuna" en inglés junto a una jeringuilla médica ante un fondo en el que se lee "Coronavirus COVID-19" en esta fotografía de ilustración tomada el 10 de abril de 2020. REUTERS/Dado Ruvic/Ilustración

Ryan sostuvo que el desafío estará en reforzar la capacidad de producción al mismo tiempo que se avanza con los ensayos clínicos, lo que -confirmó- varios grupos farmacéuticos planean hacer.

En una rueda de prensa exclusiva para los miembros de la Asociación de Corresponsales acreditados ante la ONU en Ginebra (ACANU), la científica jefe de la OMS, Soumya Swaminathan, detalló que esta semana, en una reunión por vía remota en la que participaron a 1.300 científicos de todo el mundo, se consensuó en qué tipo de tratamientos deben centrarse las investigaciones.

Soumya Swaminathan, de la OMS
Soumya Swaminathan, de la OMS Fabrice Coffrini/Pool via REUTERS

El COVID-19 no tiene un tratamiento específico, pero hay pruebas que apuntan a que los ensayos debe centrarse en cuatro tipos: antiviral, antiinflamatorio, antitrombótico y con plasma convaleciente (extraído de la sangre de personas recuperadas de la enfermedad y que han desarrollado anticuerpos).

Sobre el antiviral remdesivir, cuya producción en Estados Unidos ha sido completamente comprada por el Gobierno hasta agosto debido a indicaciones de que funcionaría contra el coronarivirus, Swaminathan recordó que no hay pruebas de que reduzca la mortalidad.

En cambio, se ha visto que acorta el tiempo de recuperación (once días de hospitalización en pacientes que recibieron ese fármaco, frente a 15 en el resto de casos), pero su uso está indicado solo en casos críticos.

“Estamos viendo con nuevos antivirales o con combinaciones (en tratamientos) de antivirales con antiinflamatorios para aumentar la respuesta inmunitaria, y que sean incluidos en los ensayos”, comentó.

FOTO DE ARCHIVO.  Imagen
FOTO DE ARCHIVO. Imagen referencial de una enfermera preparando una vacuna, en Santiago, Chile. 16 de marzo de 2020. REUTERS/Iván Alvarado

Entre los antiinflamatorios en los que se tiene puesta la esperanza está la dexametasona, que puede utilizarse en fases iniciales de la enfermedad.

Proyecto conjunto entre Alemania y EEUU despierta algunas esperanzas

Esta semana, la compañía alemana BioNTech y el laboratorio farmacéutico estadounidense Pfizer anunciaron el miércoles resultados preliminares positivos para su proyecto conjunto de vacuna contra el nuevo coronavirus en 45 participantes.

La vacuna experimental BNT162b1 “es capaz de generar una respuesta de anticuerpos neutralizantes en humanos a niveles mayores o iguales a los observados en sueros convalecientes, y lo hace a dosis relativamente bajas”, dijo Ugur Sahin, director ejecutivo de BioNTech, citado en un comunicado de ambas compañías.

El suero o plasma convaleciente se extrae de la sangre de personas que han sido infectadas con SARS-CoV-2 y que se han recuperado.

Laboratorios en Estados Unidos ensayan
Laboratorios en Estados Unidos ensayan con la vacuna contra el COVID-19

Los datos preliminares corresponden a un ensayo llamado de fase 1/2 llevado a cabo en Estados Unidos, cuyo objetivo era verificar que la vacuna no fuera tóxica y desencadenara una respuesta del sistema inmunitario para preparar al cuerpo para resistir el virus.

Participaron 45 personas de 18 a 55 años, la mayoría de las cuales recibieron dos dosis con 21 días de diferencia de la vacuna o de un placebo, sin saberlo.

Con información de EFE y AFP

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