Un “incidente” causó daños en un edificio en construcción cerca de la instalación nuclear iraní de Natanz, un centro subterráneo, aunque no afectó a sus operaciones ni causó emisiones de radiación, indicó un portavoz.
El edificio afectado, descrito como un “cobertizo industrial”, estaba en superficie y no formaba parte de la planta de enriquecimiento de uranio, indicó Behrouz Kamalvandi, portavoz de la Organización iraní de Energía Atómica. El vocero dijo que no había “necesidad de preocuparse” por el suceso, según declaraciones citadas por la agencia estatal de noticias IRNA.
No se había anunciado la construcción de estructuras en Natanz, un centro de enriquecimiento de uranio situado unos 250 kilómetros al sur de la capital, Teherán. Natanz incluye dependencias subterráneas bajo unos 7,6 metros de concreto, que ofrecen protección ante ataques aéreos.
Ramazanali Ferdowsi, gobernador de la población de Natanz, describió más tarde el incidente como un “incendio”. Ferwosi dijo que se habían desplegado bomberos y rescatistas al lugar para gestionar el incidente. No indicó la causa del incendio en sus declaraciones, recogidas por la agencia semioficial Tasnim.
Natanz, también conocida como Planta Piloto de Enriquecimiento de Combustible, es uno de los lugares ahora supervisados por el Organismo Internacional de la Energía Atómica, tras el acuerdo nuclear de Irán con potencias internacionales. El OIEA no respondió en un primer momento a una petición de comentarios sobre el incidente.
Natanz, en la provincia central de Isfahan, acoge la principal planta de enriquecimiento de uranio del país. La centrifugadoras del lugar hacen girar a gran velocidad gas hexafluoruro de uranio para enriquecer uranio a una pureza de, 4,5%, por encima de los términos del acuerdo nuclear, pero lejos del 90% empleado con fines armamentísticos.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, retiró de forma unilateral a su país del acuerdo nuclear en mayo de 2018, desencadenando meses de tensiones entre Teherán y Washington. Irán está incumpliendo ahora todos los límites de producción fijados por el acuerdo, pero sigue permitiendo que los inspectores y las cámaras del OIEA vigilen sus centros nucleares.
Sin embargo, Natanz se convirtió en una fuente de controversia el año pasado cuando las autoridades iraníes negaron el acceso en octubre a un inspector del OIEA tras supuestamente un positivo en restos de nitratos explosivos. Los nitratos son un fertilizante habitual. Sin embargo, combinados con una cantidad adecuada de combustible, el material puede convertirse en un explosivo tan potente como el TNT. Las pruebas de detección, habituales en aeropuertos y otras instalaciones seguras, pueden detectar su presencia en la piel o los objetos.
(Con información de AP)
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