China fustigó este miércoles las críticas internacionales a la nueva y polémica ley de seguridad nacional para Hong Kong, condenada por 27 países en la ONU y bajo amenaza de sanciones de Estados Unidos.
La ley fue promulgada el martes por el presidente chino, Xi Jinping, y permite reprimir cuatro tipos de delitos contra la seguridad del Estado: las actividades subversivas, la secesión, el terrorismo y la colusión con fuerzas extranjeras para poner en peligro la seguridad nacional.
Sus detractores estiman que es un intento de amordazar a la oposición en Hong Kong. Prevé que la justicia china pueda hacerse cargo de los casos “muy graves” y si hay “amenazas graves y reales” contra la seguridad nacional.
En la ONU, 27 países han pedido a China que reconsidere la ley, que califican de “amenaza” a las libertades en Hong Kong, mientras que Estados Unidos amenazó con represalias advirtiendo que “no se quedaría con los brazos cruzados”.
“No os hemos provocado. ¿Con qué derecho son agresivos con nosotros?”, preguntó ante la prensa Zhang Xiaoming, subdirector de la Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao del régimen comunista. La ley impuesta el martes “no es asunto vuestro”, dijo refiriéndose a los países extranjeros.
“En cuanto a los países que han dicho que impondrán fuertes sanciones a algunos altos cargos chinos, considero que se trata de una lógica de bandidos”, declaró.
Zhang definió el texto como una "aproximación firme y flexible a la situación en la ciudad", añadió que "es normal que la gente en Hong Kong tenga dudas" en torno a las consecuencias de la ley pero recalcó que "fortalecerá claramente el modelo de 'un país, dos sistemas'", que consagra el marco de libertades de la excolonia británica respecto a China continental.
“A nadie le importa más que a nosotros el modelo de ‘un país, dos sistemas’”, dijo en respuesta a las afirmaciones de EEUU y otros países occidentales de que la ley acabará con el hecho diferencial de Hong Kong, y aseguró que China “seguirá impulsando la tolerancia política” en la ciudad, así como la coexistencia de “diferentes visiones”.
Zhang señaló que estuvo la pasada semana en Hong Kong hablando con profesionales de diversos sectores y afirmó que “todo el mundo estaba muy triste con el caos y asustado por la violencia”.
“Es tiempo de acabar con el caos, restaurar la ley y el orden y moverse hacia adelante”, aseveró tras subrayar que el nuevo texto legal “será la base de la prosperidad y estabilidad” de la excolonia.
Destacó que Beijing no ve al movimiento prodemocrático de la ciudad “como su enemigo”, pero les insta a “reflexionar y a ajustar su estrategia”.
El Senado de Estados Unidos aprobó la semana pasada por unanimidad un texto que prevé sanciones automáticas contra altos cargos chinos que violen las obligaciones internacionales de China en favor de la autonomía de Hong Kong.
El proyecto de ley aún tiene que pasar a la Cámara de Representantes y luego ser promulgado por el presidente Donald Trump. No se precisan los nombres de los funcionarios chinos a los que afectaría.
La ley de seguridad nacional para Hong Kong entró en vigor el martes, un año después del inicio de manifestaciones multitudinarias en el territorio autónomo contra la influencia del gobierno central.
Coincide con el 23º aniversario este miércoles de la devolución de Hong Kong a China por el Reino Unido.
Con información de AFP y EFE
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