Un hombre atacó el lunes al mediodía a una mujer y a su hija de cinco años con soda cáustica en la vía pública en Sant Feliu de Guíxols, Girona, España, según informaron este martes los Mossos d’Esquadra.
Madre e hija ingresaron en el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona con quemaduras provocadas por soda cáustica. La mujer perdió un ojo, mientras que la menor sufrió quemaduras leves.
Según informó La Vanguardia, la mujer, que había bajado las escaleras de su casa con su hija mayor, de cinco años, cuando tuvo lugar el terrible ataque, se llevó la peor parte al intentar proteger con su cuerpo a la pequeña. Sufrió quemaduras en la boca, labios, lengua, cabeza y los ojos. De hecho, uno lo perdió. Por su parte, la niña tiene quemaduras leves en el rostro y sus hombros.
“Me acosaba mucho, lo había denunciado varias veces, siempre me decía que si no me iba con él me iba a quemar, que si no me iba con él me iba a sacar los ojos y hasta que no lo ha conseguido no ha parado”, narró Ana María Gallego en el hospital.
La policía catalana abrió una investigación para esclarecer lo ocurrido y busca al autor de la agresión, que mantiene denuncias cruzadas con el marido de la víctima. La mujer ya lo había denunciado anteriormente y el juzgado acordó una orden de protección para las dos víctimas.
Denuncias entre el agresor y el marido de la víctima
El juzgado de Instrucción Número 2 de Sant Feliu investiga, por su parte, un presunto atropello del marido de la víctima al ahora agresor, que según él tuvo lugar el pasado 29 de mayo.
En este procedimiento “el marido es el denunciado y el hombre ahora fugado es la víctima” del supuesto atropello, en el que el denunciante no sufrió lesiones que requirieran atención médica, según el parte remitido al juzgado.
El Juzgado Número 2 de Sant Feliu lleva también otro procedimiento con denuncias cruzadas entre los dos hombres por delito leve de lesiones, referente a unos hechos del 8 de mayo.
Un juez desestimó una orden de protección cuando la mujer denunció a su atacante
El hombre, de 45 años, se fugó tras perpetrar el ataque. Ahora los investigadores buscan dilucidar si existió una posible relación sentimental entre víctima y el agresor, pese a que los padres y el marido de la mujer niegan cualquier vínculo entre ellos.
De acuerdo a lo que consignó La Vanguardia, la víctima y el agresor se conocieron a través de la niñera que cuida a las hijas de la mujer, de cinco y dos años, y habían establecido algún vínculo que los investigadores intentan descifrar.
“Lo conocía de la panadería, hablaba con él pero no había ninguna relación más”, expresó la madre de la agredida, Manuela Ramos. Él trabajaba de panadero en el barrio.
La familia afirmó que el hombre había empezado a acosar a la mujer y la perseguía en todo momento. La última vez fue el lunes, día del ataque.
Según reconstruyó el periódico citado, a las 6:00 AM el agresor comenzó a lanzar piedras desde la calle a la ventana de la habitación de la mujer para que ésta saliera. El marido de la víctima ya no se encontraba en la casa porque se había ido a trabajar.
El impacto de las piedras contra los vidrios alertó a los padres de la mujer, que habían ido a visitarla e hicieron la denuncia antes de irse. “Cuando nos fuimos, seguía escondido en la calle y nos pidió que retiráramos la denuncia”, manifestó la madre de la mujer agredida.
El hombre aprovechó que los padres de la mujer se habían ido para perpetrar el ataque contra Ana María.
(Con información de Europa Press)
MÁS SOBRE ESTOS TEMAS: