Un pequeño estudio realizado por un grupo de investigadores en Italia ha encontrado que los pacientes con COVID-19 que fueron sometidos a pruebas de coronavirus en un hospital del país en mayo presentaban una presencia menor de partículas virales que los que fueron examinados un mes antes, según indicó este lunes la agencia Reuters.
Los investigadores propusieron algunas teorías para esta “carga viral” más baja, incluyendo que las medidas de confinamiento podrían haber reducido la exposición de los pacientes al virus, pero su estudio no proporcionó pruebas que explicaran su hallazgo.
Otro médico italiano dijo el mes pasado que “el virus ya no existe clínicamente en Italia”, sugiriendo que la interacción entre el virus y su huésped humano había cambiado.
Alberto Zangrillo, jefe de cuidados intensivos del Hospital San Raffaele de Milán, dijo en su momento que sus comentarios se verían reforzados por una investigación que se publicaría próximamente y que estaría codirigida por su colega científico Massimo Clementi.
Pero el estudio de Clementi, publicado el lunes en la revista Clinical Chemistry and Laboratory Medicine, no buscó mutaciones en el virus o cambios en los pacientes que pudieran explicar por qué la enfermedad parecía menos grave en general en los pacientes registrados en mayo.
En cambio, buscó vínculos entre la gravedad de la enfermedad y la cantidad de virus -la carga viral- en los pacientes.
Los investigadores analizaron 200 hisopos nasofaríngeos de utilizados en pruebas realizadas en el hospital de San Raffaele. La mitad eran de pacientes tratados en abril, en el pico de la pandemia, y la otra mitad de pacientes tratados en mayo.
Basándose en los resultados, los investigadores calcularon que las cargas virales de los pacientes eran más altas en abril. Los pacientes cuyas muestras fueron tomadas en abril también presentaban síntomas más graves y eran más propensos a necesitar hospitalización y cuidados intensivos.
Las cargas virales fueron similares en hombres y mujeres, pero fueron mayores en los pacientes mayores de 60 años y en los gravemente enfermos de COVID-19.
El equipo de Clementi dijo que aunque es teóricamente posible que el nuevo coronavirus haya mutado, no disponen de datos moleculares para probarlo.
Otras posibles explicaciones incluyen un mayor uso del distanciamiento social en mayo frente a abril, temperaturas más cálidas, mayor uso de mascarillas y lavado de manos, y menos contaminación, dijeron.
Con información de Reuters
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