La OMS advirtió que el coronavirus se comporta como la gripe española: “Descendió en verano y causó 50 millones de muertos durante la segunda ola”

Ranieri Guerra, subdirector general de la Organización Mundial de la Salud para Iniciativas Estratégicas, realizó la declaración al cuestionar a un grupo de médicos italianos que aseguraron que el virus se está debilitando. Anticipó que "retornará ferozmente en septiembre y octubre"

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El director general de la
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus. EFE/ Salvatore Di Nolfi/Archivo

Diez expertos italianos publicaron esta semana un documento que avizora el fin de la pandemia de coronavirus y desató una dura polémica. El texto, firmado entre otros por Arnaldo Caruso, presidente de la Sociedad italiana de Virología, y Alberto Zangrillo, jefe de UCI en el Hospital San Raffaele de Milán, sostiene que “la evidencia clínica inequívoca muestra desde hace tiempo una marcada reducción en los casos de Covid-19 con síntomas. La necesidad de hospitalización por síntomas atribuibles a infección viral es ahora un fenómeno raro y relacionado con pacientes asintomáticos o poco sintomáticos”.

La Organización Mundial de la Salud decidió contestar el jueves a los médicos italianos. El vocero fue Ranieri Guerra, subdirector general de Iniciativas Estratégicas del organismo, que realizó una advertencia estremecedora para desmentir a sus colegas.

“El coronavirus se comporta siguiendo la hipótesis que habíamos planteado. La comparación es con la gripe española, que se comportó exactamente como el Covid 19: descendió en verano y retornó ferozmente en septiembre y octubre, causando 50 millones de muertos durante la segunda ola”, afirmó Guerra en una entrevista con la RAI.

El profesor Alberto Zangrillo, jefe
El profesor Alberto Zangrillo, jefe de UCI en el Hospital San Raffaele, es visto en una sala de cirugía en Milán, en esta imagen sin fecha proporcionada a Reuters. (REUTERS)

Uno de los que había cuestionado más duramente la postura de los expertos italianos fue Massimo Galli, director del departamento de enfermedades infecciosas del hospital Sacco de Milán. Según dijo Galli en un programa de la RAI, afirmar que el virus se ha debilitado “es demente e irresponsable”. “Lo desmiente todos los días los nuevos brotes que registrarnos aquí y lo que está sucediendo en Alemania y China”, afirmó, en referencia a los nuevos brotes registrados en Beijing y en un matadero alemán.

Por su parte, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, informó este miércoles que se estima que la próxima semana se alcancen los 10 millones de casos de Covid-19, la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus. En una rueda de prensa, Tedros recordó que ya se han notificado 9,1 millones de contagios y más de 470.000 muertes por esta causa, si bien avisó que mientras que en el primer mes de pandemia se detectaron menos de 10.000 casos, en el último mes se han diagnosticado a casi cuatro millones de personas.

“Esto es un recordatorio de que incluso mientras continuamos investigando en vacunas y tratamientos, tenemos la responsabilidad urgente de hacer todo lo posible con las herramientas que tenemos disponibles para reducir la transmisión del virus y salvar vidas”, afirmó Tedros.

Una investigadora trabaja en el
Una investigadora trabaja en el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus (REUTERS/Dado Ruvic/Illustration/File Photo)

Por otro lado, el director general de la OMS sostuvo que la vacuna contra el coronavirus podría estar disponible en el plazo de un año, a tenor del centenar de investigaciones que hay en marcha a nivel mundial. “La estimación es que podríamos tener una vacuna en el plazo de un año, si se acelera podría ser un poco antes, incluso un par de meses antes”, señaló.

“Cuando se descubra será la primera vacuna, será difícil, porque los primeros pasos en algo son difíciles, pero tenemos ya cien candidaturas y alguna ya está en estado avanzado”, explicó el biólogo etíope, quien, a la vez, afirmó que el problema entonces será la distribución y el acceso a este tratamiento.

Normalmente la primera producción de una vacuna no es masiva y no será un bien de acceso universal ni bien se descubra. Por eso, Tedros consideró capital el compromiso político para aumentar las inversiones en la fabricación del tratamiento. “No será fácil pero hay que caminar en la buena dirección”, apuntó, instando a la cooperación mundial en este aspecto.

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