El momento más duro de la crisis económica provocada por la pandemia del nuevo coronavirus en la zona euro “probablemente ha pasado”, consideró este viernes Christine Lagarde, titular del Banco Central Europeo (BCE).
“Lo peor probablemente ha pasado”, dijo la responsable del ente que regula la política monetaria de la Unión Europea (UE), en una conferencia en la que, por primera vez en meses, mostró un cierto optimismo. “Pero no vamos a volver al statu quo. Va a ser diferente. La recuperación va a ser incompleta y transformadora”, agregó Lagarde.
En Europa, una cumbre extraordinaria reunirá físicamente a los dirigentes de los 27 países de la UE en Bruselas los próximos 17 y 18 de julio con el fin de encontrar un acuerdo sobre el plan de recuperación del bloque, que prevé tomar prestado en los mercados 750.000 millones de euros (844.000 millones de dólares). “No pienso que lleguen a un acuerdo”, previó Lagarde, estimando que habrá “negociaciones intensas” y un “proceso que continuará”.
“Lo que es muy especial es que por primera vez las políticas monetarias y presupuestarias han ido de la mano” para frenar el impacto del virus, se felicitó la ex jefa del Fondo Monetario Internacional (FMI). Cuando salgamos de esta crisis, según Lagarde, la economía habrá cambiado, “las aerolíneas, los hoteles y el sector del ocio” trabajarán “con formatos diferentes” y “nuevas industrias” van a emerger. En mayo, el crecimiento de los créditos acordados por los bancos de la zona euro al sector privado se mantuvo en un nivel elevado, debido a la falta de liquidez de las empresas por la crisis, según el BCE.
El Fondo Monetario Internacional recortó esta semana sus pronósticos económicos para el mundo y advirtió que las finanzas públicas se deteriorarán significativamente a medida que los gobiernos intenten combatir las consecuencias de la crisis del coronavirus. El FMI ahora estima una contracción del 4,9% en el PIB global en 2020, superior a la caída del 3% que pronosticó en abril.
“La pandemia de Covid-19 ha tenido un impacto en la actividad en la primera mitad de 2020 más negativo de lo previsto, y se prevé que la recuperación sea más gradual de lo previsto”, dijo el FMI el miércoles en su actualización.
El Fondo también rebajó su pronóstico de crecimiento del PIB para 2021. Ahora espera una tasa del 5.4%, comparada con la de 5.8 % pronosticada en abril.
La institución con sede en Washington explicó que las revisiones a la baja se debieron a que las medidas de distanciamiento social que probablemente se mantendrán vigentes durante la segunda mitad del año, con la productividad y las cadenas de suministro afectadas. Y en aquellas naciones que todavía luchan con altas tasas de contagio, el Fondo espera que los bloqueos más largos afecten aún más la actividad económica. El FMI destacó que un componente importante de la crisis es una contracción “profunda y sincronizada” que afecta a las economías avanzadas.
Por otro lado, el FMI ha empeorado sus perspectivas para América Latina y el Caribe al pronosticar que su actividad económica se desplomará un 9,4% este año por el impacto de la pandemia del coronavirus, 4,2 puntos más que en sus cálculos de abril. No obstante, para 2021, el FMI prevé que la región latinoamericana crecerá un 3,7%, tres décimas más de lo pronosticado en abril, una cifra prometedora aunque insuficiente para recuperar la actividad perdida durante el presente año, dice.
“En América Latina, donde la mayoría de los países aún luchan por contener infecciones, prevemos que las dos economías más grandes, Brasil y México, se contraigan un 9,1% y un 10,5%, respectivamente, en 2020”, detallaron los expertos del Fondo en la actualización de su informe de Perspectivas Económicas Mundiales.
Con información de AFP
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