El clima económico mejora en la medida que la desescalada avanza en Europa. Al menos los primeros indicadores post-confinamientos en los motores de la unión, Alemania y Francia, y a pesar de la preocupación por los rebrotes de los últimos días, anticipan buenos augurios para la reconstrucción productiva y financiera en marcha.
En la principal economía del bloque, Alemania, la moral de los empresarios mostró su mejoría más fuerte en junio. El barómetro del clima de negocios de Ifo se recuperó a 86,2 este mes de 79,7 en mayo, el mayor aumento mes tras mes desde la reunificación de Alemania en 1990. Este aumento, incluso, fue mayor al pronosticado por economistas que vislumbraban un repunte, menos marcado, en 85 puntos.
El presidente del Instituto Ifo, Clemens Fuest, sostuvo al respecto, que “las evaluaciones de las empresas sobre su situación actual han sido ligeramente mejores”, y agregó que “las compañías alemanas ven luz al final del camino”
Los franceses siguen sus pasos. La salida de la cuarentena ha dado un impulso a los corazones de los líderes empresariales galos. El clima de negocios, calculado cada mes por INSEE (Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos ) para 10.000 compañías, subió bruscamente en junio, lo que es un buen presagio para los meses próximos. El índice que sintetiza la moral de los “jefes” recuperó 18 puntos en junio y se encuentra en 78 puntos. Esto es más que lo más bajo alcanzado durante la crisis que siguió a la quiebra de Lehman Brothers, ya que en marzo de 2009, el índice cayó a sólo 70 puntos. Pero, como señala el INSEE, el nivel del clima empresarial en junio “permanece muy por debajo de su promedio a largo plazo“, que es de 100 puntos.
La sintonía entre los empresarios alemanes y franceses es un hecho que, como en el resto de Europa, encuentran empresas más optimistas, observación válida en todos los sectores de actividad. En la industria, los líderes empresariales que son positivos sobre sus perspectivas de producción ahora son aún más numerosos que los pesimistas. Por otro lado, los libros de pedidos, particularmente los que vienen del extranjero, todavía parecen escasos. En los servicios, la mejora también es notable, incluso en alojamiento y gastronomía. En el comercio minorista, el pronóstico de ventas de los comerciantes se acerca a su promedio a largo plazo.
“No exagerar”
Está claro, se inicia la recuperación. Sin embargo aún es pronto para presagiar su magnitud y prolongación. De hecho, es lógico que las encuestas de líderes empresariales se recuperen después de dos meses de hibernación completa de la economía. Así lo hizo público el jefe del departamento económico del INSEE, Julien Pouget, quien sostuvo ante medios franceses que “el aumento del clima comercial en todos los sectores es una señal positiva para el futuro”. Pero, “tenga cuidado de no interpretar demasiado este indicador”, subrayó.
Philip Lane, el economista jefe del Banco Central Europeo, prefiere ser cauto. “A medida que se levantan las medidas de contención, vemos algunas señales de una recuperación inicial. Sin embargo, este proceso debería ser bastante gradual, ya que llevará tiempo para que los consumidores y las empresas se recuperen de este shock”. En síntesis, será necesario esperar hasta el comienzo del año escolar - en septiembre - para juzgar realmente el alcance de la recuperación.
Después de una caída dramática, el rebote en la zona euro
Según el IHS Markit, la caída histórica de la actividad del sector privado también en la zona euro se desaceleró en junio con la reapertura de grandes áreas de actividad que se habían cerrado para frenar la propagación del coronavirus.
“El levantamiento o la flexibilización de las medidas de contención en los países de la zona del euro llevaron a una fuerte desaceleración en la contracción económica en junio. Por lo tanto, la mejora en las condiciones económicas que comenzó en mayo continuó“, señala IHS Markit en sus índices provisionales publicados este martes. El rebote en el índice compuesto desde su mínimo histórico en abril (13.6), que comenzó en mayo (31.9), continuó en junio para llegar a 47.5, un rebote más fuerte de lo esperado.
Para los expertos estos indicadores sugieren que si bien el resultado del PIB europeo sin duda será desastroso en el segundo trimestre, no será tan catastrófico como lo pensado. La recuperación después de la desaceleración de la actividad en marzo y abril ya comenzó en mayo.
Los franceses le sacan ventaja a los alemanes
Para el análisis, la velocidad de salida sin retrocesos de los dos confinamientos será un dato clave. Para el Instituto Markit, la recuperación en junio llegaría a Francia: el índice compuesto que elabora alcanzó 51,3 y se refiere tanto a la producción como a los servicios, superando las previsiones. Y para los especialistas, la explicación sugiere la decidida velocidad relativa de la desconfinación.
Para los alemanes, quienes tuvieron mejor performance durante lo fuerte de la pandemia en Europa, los rebotes actuales pueden ralentizar la desaparición de la recesión. La actividad se ha recuperado allí (índice en 45.8), pero todavía se está contrayendo porque las incertidumbres vinculadas al coronavirus continúan pesando sobre la demanda de la economía líder en la zona euro. Para la misma firma, la actividad tanto en los servicios, muy afectados por la contención en Alemania, como en las fábricas “ha cruzado lo peor, aparentemente, pero está lejos de funcionar a toda velocidad” .
Si bien se dice que las comparaciones no siempre son pertinentes, los indicadores distinguen a Francia, aunque no alejará al país galo de un mayor caída del PBI, que algunos predicen el doble que en Alemania. De hecho el ‘parate’ de la actividad por Covid 19 fue menos pronunciada a orillas del Rin.
Se suma en Francia que el número de declaraciones de contratación de trabajadores de más de un mes en el sector privado, excluidos los trabajadores temporales, se recuperó con firmeza en mayo. Según los datos de la Agencia Central de Organizaciones de Seguridad Social (Acoss) las declaraciones aumentaron un 75,9% el mes pasado, después de hundirse el 64,2% en abril y 24,9% en marzo.
Negociando el Brexit, el Reino Unido en color gris
Mientras navega en un mar sin destino el acuerdo de salida con la Unión Europea, para el primer ministro Boris Johnson el colapso del sector privado es un hecho. En abril PMI se recuperó a 47,6 desde 30,0 en mayo con el levantamiento parcial de la contención. La actividad manufacturera incluso se recuperó con un índice de 50,1 en junio. “Los datos de junio se suman a las señales de que la economía británica debería volver al crecimiento en el tercer trimestre, especialmente dado el continuo descontaminación esperado desde el 4 de julio”, señalan los analistas.
Para Capital Economics “estas cifras demuestran que, con el apoyo de una ayuda gubernamental masiva, la economía se ha vuelto a poner de pie. Sin embargo, con las restricciones aún vigentes y el temor a una nueva ola de coronavirus, la recuperación debería fallar en la segunda mitad. Solo entonces podremos evaluar el alcance del daño duradero causado por la contención”.
El futuro para los gerentes de compras es color gris: el índice de producción futura, inferior a 50 durante tres meses, cayó a 55.7 en junio desde 46.8 en mayo.
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