Los líderes de las instituciones de la Unión Europea (UE) expresaron este lunes a sus homólogos chinos su “gran preocupación” por los planes de aplicar una polémica nueva ley de seguridad a Hong Kong, la cual afectaría una autonomía que urgieron al gigante asiático respetar.
La ley de seguridad nacional podría “socavar gravemente el principio de un país, dos sistemas y el alto grado de autonomía de Hong Kong, que queremos que continúe”, dijo la titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dando cuenta de la discusión.
Von der Leyen y su par del Consejo Europeo, Charles Michel, expresaron su opinión sobre la antigua colonia británica devuelta a China en 1997 durante un encuentro virtual con el primer ministro chino, Li Keqiang, y el presidente Xi Jinping.
“Expresamos nuestra gran preocupación por la propuesta de ley de seguridad nacional para Hong Kong”, dijo en rueda de prensa Michel, que urgió a Beijing a cumplir sus compromisos sobre “el alto grado de autonomía y las libertades garantizadas en Hong Kong”.
Para su par de la Comisión, que aseguró que la UE está en contacto con sus socios del G7, la aplicación de la legislación en Hong Kong podría tener “consecuencias muy negativas”. No solo en el plano social, sino también en el económico -cuyo “éxito” económico, aseguró,- depende de su autonomía.
A raíz de las gigantescas manifestaciones el año pasado contra la influencia de Beijing, el gobierno de Xi anunció en mayo una ley de seguridad nacional en Hong Kong, que la oposición democrática de la excolonia ve como una herramienta para silenciarla.
Pese a las críticas de la comunidad internacional, China continúa avanzando hacia la promulgación de la ley. El pasado 18 de junio, el principal órgano legislativo del gigante asiático comenzó a examinar su texto. Sus 175 miembros estarán reunidos hasta el sábado.
El texto, tal y como fue presentado el mes pasado, preveía castigar las actividades separatistas, “terroristas”, la subversión o la “injerencia” extranjera en Hong Kong. En un reporte sobre la reunión, la agencia estatal Xinhua no mencionó sin embargo el jueves el término de “injerencia”, y lo substituyó por el de “colusión” con fuerzas extranjeras o exteriores.
El término exacerbó aún más las críticas. “Esta ley busca más reducir la oposición al silencio que proteger la seguridad nacional”, afirmó el diputado hongkonés prodemocracia Dennis Kwok, que se preguntó si lo podrán acusar de “colusión” si se reúne con responsables extranjeros.
“Me preocupa mucho que el alcance de este término de ‘colusión’ no tenga límite (...), y permita inventar acusaciones”, abunda Tanya Chan, otra diputada prodemcoracia.
Además, Hong Kong establecerá un comité para garantizar la legislación. Estará encabezado por la líder de la ciudad, la pro-Beijing Carrie Lam, y será supervisado por el gobierno central. Se crearán nuevas unidades policiales y de enjuiciamiento para investigar y hacer cumplir la ley. Lam también tendrá el poder de nombrar jueces para atender casos relacionados con la seguridad nacional, una medida sin precedentes.
No está claro cuándo se promulgará la ley, pero analistas políticos esperan que entre en vigencia antes de las elecciones al Consejo Legislativo en Hong Kong el 6 de septiembre.
“Más socios que rivales”
Por su parte, el primer ministro chino, Li Keqiang, aseguró que China y la UE son “más socios que rivales”.
La Unión Europea, que ha dicho que Beijing es un rival sistémico, ha estado negociando un acuerdo de inversión con China desde 2014 y ambas partes expresaron el año pasado su deseo de concluir las conversaciones en 2020. Li expresó optimismo, según medios estatales chinos.
Autoridades de la UE dicen que quieren ver movimiento en áreas como los sectores automotor, biotecnología y microelectrónica y despejar temas que van desde subsidios estatales a transferencias forzadas de tecnología. Bruselas dice que los mercados de la UE están mayormente abiertos, así que corresponde a China hacer los mayores cambios.
Li dijo que China está dispuesta a profundizar la cooperación con la UE en el desarrollo de una vacuna y tratamiento para el COVID-19.
Autoridades de la UE dicen que China ha buscado presionar a los países del bloque que han criticado su manejo del coronavirus, usando las redes sociales para difundir información falsa sobre cómo los europeos abandonan a los pacientes de COVID-19. Beijing ha negado cualquier conducta inapropiada.
(Con información de AFP y Reuters)
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