Las tensiones en la frontera entre la India y China crecieron de manera exponencial esta semana, después de un enfrentamiento que tuvo lugar el lunes que provocaron la muerte de al menos 20 soldados indios. China rehusó confirmar sus pérdidas, pero según medios de comunicación indios fueron al menos 40 soldados muertos o gravemente heridos.
Lo llamativo es que, de acuerdo con distintas fuentes, en el choque no fueron utilizadas armas de fuego, sino que fue cuerpo a cuerpo, con puñetazos, piedras y barras de hierro.
En una imagen compartida el jueves en las redes sociales, pudo verse un arma hecha de barras de hierro y clavos, supuestamente utilizada por el lado chino para atacar a los soldados indios.
Un general retirado indio, identificado como S. L. Narasimhan, también confirmó que en el incidente no se emplearon armas de fuego.
“Puedo confirmar que no se produjeron disparos, sino que se trató de una pelea a golpes, con lanzamiento de piedras, etc.”, subrayó Narasimham.
El choque tuvo lugar en el valle de Galwan, situado en la región de Aksai Chin que forma parte de la frontera occidental común, y se trata del primer incidente de este tipo con víctimas en 45 años.
La India culpó a China del enfrentamiento, que intentó “cambiar unilateralmente el statu quo”, mientras China aseguró que India traspasó el espacio fronterizo.
”El Ejército indio está firmemente comprometido a proteger la integridad territorial y la soberanía de la nación”, subrayó el comunicado, remarcando la gravedad de los hechos.
El Gobierno indio, en un comunicado anterior, aseguró que “ambas partes sufrieron bajas”, sin aportar detalles, y se mostró “convencido de la necesidad de mantener la paz y la tranquilidad en las zonas fronterizas y la resolución de las diferencias a través del diálogo”, aunque hasta un límite.
El choque tuvo lugar en un contexto de desescalada militar entre ambos gigantes asiáticos, como consecuencia de una breve pero “agresiva” escaramuza el pasado 10 de mayo en el fronterizo estado de Sikkim, en el norte de la India, durante las labores de patrullaje sobre la línea que divide a ambas naciones.
Nueva Delhi y Pekín mantienen varios conflictos territoriales en sus casi 4.000 kilómetros de frontera con momentos de tensión en el pasado, uno de los más graves recientemente en 2017 en la zona de Doklam.
La crisis de 2017 afectó muy negativamente a las relaciones entre ambas potencias, lo que llevó incluso a China a acusar a la India de jugar “con fuego”. Pero aquel episodio no dejó víctimas mortales.
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