Después de verse bajo presión por parte de la policía, el gobierno de Francia dio marcha atrás a una prohibición al uso de llaves al cuello durante los arrestos.
El ministro del Interior de Francia, Christophe Castaner, había anunciado una semana atrás que dicha técnica de inmovilización sería vetada, en medio de crecientes protestas contra la brutalidad policial y la injusticia racial en la nación, desencadenadas por la muerte de George Floyd en Estados Unidos.
Sin embargo, la policía francesa respondió con cinco días seguidos de contraprotestas, alegando que la prohibición los privaba de una herramienta clave para someter a sospechosos indóciles. También manifestaron su inconformidad de ser comparados con agentes de Estados Unidos o ser descritos como supremacistas blancos.
El sindicato Alliance Police Nationale encabezó varias protestas contra el ministro Castaner, donde se reclamó un apoyo firme por parte del Ejecutivo y lamentó que se haya instaurado contra los policías una “presunción de culpabilidad”.
Y durante las manifestaciones, que se realizaron en varias ciudades del país a lo largo de la semana, los agentes formaron filas y arrojaron al suelo sus esposas en un simbólico gesto que fue captado en distintas filmaciones y que tomó fuerza en redes sociales con los mensajes de apoyo de otros ciudadanos.
En París, unas decenas de miembros de Alliance y otras organizaciones sindicales marcharon del Arco del Triunfo a la sede del Ministerio del Interior, en coche y a pie, para subrayar que “la policía no es racista” y solicitar medios adecuados para trabajar.
El lunes, el director de la policía nacional envió una carta a su personal, la cual fue obtenida por The Associated Press, en la que dijo que ya no se enseñarían las llaves de estrangulamiento en las escuelas policiales, pero que se pueden seguir utilizando “a criterio” hasta que se ofrezcan alternativas.
Los sindicatos policiales celebraron la decisión del gobierno.
Desde hace tiempo, activistas y legisladores han presionado para que la policía francesa abandone las técnicas violentas culpables de lesiones y posible muerte, como las llaves de estrangulamiento o presionar el pecho de un sospechoso mientras está boca abajo.
El gobierno francés también ha prometido que más agentes estarán equipados con cámaras corporales para ayudar a garantizar que las revisiones de identidad no conduzcan a violencia excesiva o discriminación contra grupos de minorías étnicas.
Los investigadores han documentado discriminación racial por parte de la policía francesa, y recientemente se abrieron investigaciones sobre comentarios racistas en grupos privados de Facebook y WhatsApp de agentes de la policía.
Decenas de miles de personas han marchado o protestado en Francia en las últimas dos semanas contra la brutalidad policial y la discriminación.
Con información de AP y EFE
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