Corea del Norte hizo volar por los aires este martes la oficina de relaciones con el Sur, en la ciudad fronteriza de Kaesong, informó el ministerio de Unificación, después de días de críticas y amenazas de parte de Pyongyang.
“Corea del Norte hizo estallar la oficina de Kaesong a las 14h49” locales, dijo en un escueto mensaje a la prensa el Ministerio, que se encarga de las relaciones entre las dos Coreas. Poco antes, la agencia de prensa surcoreana Yonhap informó de la explosión y de una intensa humareda que salía del complejo industrial donde se encuentra esta oficina.
“El Norte ha destruido hoy el edificio de la oficina de enlace a las 14:49 (5:49 GMT)”, aseguró el ministerio sureño en un mensaje de texto.
Poco antes, la agencia de prensa surcoreana Yonhap informó de la explosión y de una intensa humareda que salía del complejo industrial donde se encuentra esta oficina.
El fin de semana pasado Kim Yo-jong, la hermana del dictador norcoreano Kim Jong-un, ya profirió amenazas.
“Dentro de poco la inútil oficina de relaciones entre el Norte y el Sur quedará completamente destruida”, dijo misteriosamente.
En el marco de su reciente subida de tono contra el Sur, Pyongyang ya amenazó hace unos días con destruir la simbólica oficina, habilitada a finales de 2018 en la ciudad fronteriza norcoreana de Kaesong como parte del acercamiento diplomático emprendido ese año por ambos vecinos, técnicamente aún en guerra.
Las Fuerzas Armadas surcoreanas han reforzado la vigilancia, según dijo hoy el ministro de Defensa, Jeong Kyeon-doo, a raíz del mensaje emitido el fin de semana por el Norte, que amenazó diciendo que el ejército está “totalmente preparado” para actuar contra Corea del Sur.
Jeong dijo hoy durante un seminario celebrado en Seúl que la tensión en la península es “extremadamente alta” y que el ejército está atento “a cualquier situación posible”, en referencia a lo dicho el sábado en un comunicado por Kim Yo-jong, hermana del líder norcoreano Kim Jong-un.
El ministro aseguró, en declaraciones que recoge la agencia Yonhap, que Corea del Sur ha desplegado activos avanzados adquiridos recientemente, como cazas furtivos F-35A y drones Global Hawk, ante la amenaza.
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Defensa, Kim Jun-rak, aseguró en rueda de prensa que el Sur está “vigilando estrechamente los movimientos militares norcoreanos” y añadió que, “por el momento”, no se han detectado actividades inusuales.
Desde principios de este mes, Pyongyang multiplica las críticas contra su vecino, sobre todo contra los tránsfugas norcoreanos que desde el Sur envían folletos de propaganda al norte más allá de la Zona Desmilitarizada (DMZ).
La semana pasada el régimen norcoreano anunció el cierre de sus canales de comunicación política y militar con el “enemigo” surcoreano.
Algunos expertos creen que Pyongyang intenta provocar una crisis con Seúl cuando las negociaciones sobre su programa nuclear están detenidas.
El Estado mayor general del Ejército Popular de Corea indicó el martes que trabajaba en un “plan de acción” para “transformar en fortaleza la línea de frente”, según la agencia oficial norcoreana KCNA.
Esta medida implicaría la reocupación de zonas que estaban desmilitarizadas en virtud de un acuerdo intercoreano, dijo.
Los medios surcoreanos apuntan que esto podría significar la reinstalación de puestos fronterizos que los dos vecinos habían decidido retirar en 2018.
El ejército norcoreano también prevé enviar folletos “a gran escala” en dirección al sur, según un comunicado.
El lunes el presidente surcoreano Moon Jae-in, artífice del acercamiento de 2018, pidió al norte no dejar “cerrarse la ventana del diálogo”.
La Guerra de Corea (1950-1953) terminó con un armisticio, no con un acuerdo de paz, lo que significa que los dos vecinos todavía están técnicamente en guerra.
(Con información de AFP y EFE)
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