La capital china, Beijing, enfrenta esta semana 72 horas decisivas para determinar el alcance del nuevo brote de coronavirus detectado en un mercado de carnes, que amenaza con iniciar una segunda ola en el país de origen de la enfermedad.
El Gobierno de la capital anunció la prohibición de salir de la ciudad a taxis y otros vehículos que ofrecen servicios de conducción, informó la Comisión Municipal de Transporte de la capital china. Quienes violen esta norma afrontarán “castigos severos” de las autoridades, añadió el organismo.
Casi 30 barrios una treintena de barrios próximos a los mercados cerrados fueron puestos en cuarentena por 14 días, tras ser designadas como de riesgo medio, confinando así a miles de vecinos. Las autoridades sanitarias indicaron que los complejos residenciales sellados y las personas en cuarentena recibirían alimentos y medicinas.
Además, Beijing prohibió a las personas de alto riesgo salir de la ciudad y suspendió algunos servicios de transporte para detener la propagación del nuevo brote a otras ciudades y provincias del país.
Asimismo, la comisión de educación de Beijing ordenó el cierre de las escuelas de la capital y que se reanudaría la enseñanza en línea desde el miércoles. Las universidades también deberían suspender el regreso de los estudiantes, indicó la comisión.
Wu Zunyou, epidemiólogo jefe del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades, declaró este lunes, con un tono positivo, que el brote ha sido detectado en una etapa relativamente temprana, pero advirtió que el recuento de casos entre el martes y jueves será crucial para determinar el progreso de la pandemia.
“Las medidas en Beijing son oportunas y efectivas. Los infectados podrían mostrar síntomas en los próximos dos días. Si el número de casos reportados no aumenta mucho, se puede decir que la epidemia se ha estabilizado básicamente a tal escala”, afirmó en una entrevista con la emisora estatal CCTV.
El experto recalcó que por el momento el mercado de Xinfadi es la única fuente detectada, por lo que no hay una transmisión generalizada. Entre los nuevos pacientes con diagnóstico confirmado, no se realizaron grandes reuniones familiares ni contagios cruzados entre pacientes y visitantes de los hospitales, situación que sí se había producido en Wuhan, ciudad originaria del nuevo coronavirus.
"Esto sugiere que Beijing detectó la epidemia lo antes posible e identificó con precisión el mercado de Xinfadi, lo que impidió una mayor propagación del brote", dijo Wu.
De todas formas, mantuvo alto el tono de alerta, con respecto a posibles brotes similares.
Este martes, en el primero de los tres días sobre los que Wu hizo foco, se detectaron 27 nuevos contagios en Beijing, lo que eleva el total a 106 infecciones en los últimos cinco días. El funcionario no dio parámetros sobre qué cantidad sería preocupante, pero el foco también está puesto en qué tipo de actividades han realizado estas personas recientemente.
Este rebrote epidémico despertó el temor a una “segunda ola”, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó el lunes que seguía “muy de cerca” la situación en Beijing y mencionó el posible envío de más expertos en los próximos días.
Las autoridades empezaron a examinar a decenas de miles de habitantes. El rebrote se produjo después de que el país prácticamente hubiera erradicado la epidemia en los últimos meses.
En el barrio de Xicheng, en el centro de la capital, el mercado de Tiantaohonglian fue clausurado después de que un empleado diera positivo a la COVID-19, informó el martes por la mañana la televisión nacional.
(Con información de AFP, Reuters y AP)
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