Un veterinario ruso denunció la tortura contra un cachorro de león cuyas patas fueron heridas deliberadamente para que no pueda escapar mientras posaba con turistas.
El caso desató tanta indignación que hasta el presidente Vladimir Putin ordenó una investigación, según reportó el Daily Mail.
El cachorro fue separado de su madre a las pocas semanas de nacimiento y era explotado para ofrecer fotos a los turistas. Sin embargo, como el animal crecía y los captores querían seguir usándolo para ganar dinero, por lo que le causaron fracturas en las patas traseras para evitar que escape.
La prensa local reportó que el animal también era torturado y golpeado, ya que tenía severas heridas y daños en la columna.
Cuando el tamaño del animal ya se hacía inmanejable, los inescrupulosos lo abandonaron sin que se pueda mover, con un casi seguro destino: morirse de hambre o de frío, en la región de Daguestán.
“Prácticamente no le daban de comer, y por alguna razón le arrojaban constantemente agua fría. Un verdadero infierno”, detalló Yulia Ageeva, que lideró la misión de rescate una vez que fue hallado en las paupérrimas condiciones.
Los videos muestran que Simba (como fue rebautizado por los rescatistas) apenas se podía desplazar, y se lamía las heridas con notable sufrimiento, pero fue operado con cirugías de reconstrucción para intentar que recobre el movimiento y tenga una vida viable.
La recuperación ha sido asombrosa. Los nuevos videos lo muestran caminan e incluso dando pequeños saltos. El veterinario Karen Dallakyan, con un alto perfil en las redes sociales, se encargó de los tratamientos y divulgó el caso. “Sufrió un océano de dolor por parte de los humanos”, lamentó.
En una videoconferencia con un grupo de ecologistas, Dallakyan pudo elevar los reclamos hasta el presidente Vladimir Putin, ya que el caso no tenía ninguna investigación en marcha. El mandatario aseguró que tomó nota del asunto.
En tanto, la prensa local también reportó que contactó a uno de los fotógrafos que estuvo a cargo del animal y lo habría explotado en el balneario turístico de Sochi, pero aseguró que no lo maltrató y luego lo entregó a otros sujetos.
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