Los manifestantes desfiguraron una estatua de Winston Churchill en la Plaza del Parlamento, en Londres, durante las movilizaciones contra el racismo y en memoria de George Floyd, el afroamericano asesinado a manos de la policía en EEUU. "Era un racista”, escribieron bajo el nombre del histórico ex primer ministro.
Las autoridades no identificaron a los culpables que dañaron el monumento del líder británico pero al darse cuenta del episodio, decenas de agentes policiales rodearon la estatua para protegerla.
En Bristol, el episodio fue más violento: un grupo de manifestantes directamente tumbó la estatua del comerciante de esclavos del siglo XVII Edward Colston. Los manifestantes en la localidad del suroeste de Inglaterra derribaron el controvertido monumento de bronce erigido en 1895 en el centro urbano y lo hicieron rodar por las calles hasta echarlo al agua en el puerto.
Las imágenes difundidas en redes sociales muestran como uno de los manifestantes puso la rodilla en el cuello de la estatua de Colston tras ser derribada, en una imagen parecida a la del policía que mató a Floyd el pasado 25 de mayo en Mineápolis y que está en el origen de la actual ola global de protestas.
La estatua de Colston (1636-1721), un benefactor de la ciudad que obtuvo su dinero del comercio y la explotación de esclavos, ya había sido objeto de polémica y motivó una petición ciudadana para que fuera retirada.
En otras partes del Reino Unido, cientos de miles de personas volvieron a manifestarse este domingo en repulsa por el asesinato de Lloyd. En Londres, Glasgow, Birmingham o Manchester, los manifestantes, muchos con guantes y mascarillas, desafiaron los llamamientos del Gobierno y la Policía, que alertaron de que son “ilegales” las congregaciones de más de seis personas por las restricciones impuestas para frenar el coronavirus.
Catorce personas fueron detenidas y al menos diez policías resultaron heridos este sábado en la capital británica al protagonizar una confrontación al término de una jornada de protestas pacíficas, en las que participó la cantante Madonna, que fue vista andando con muletas en una marcha por el centro de la ciudad.
Por su parte, el artista Banksy, natural de Bristol, colgó un mensaje en su cuenta de Instagram en el que, junto con la imagen de unas flores y unas velas que empiezan a prender la bandera de EEUU, denunciaba que “el sistema está fallando a la gente de color”.
Banksy comparó el racismo con una tubería rota que inunda un departamento en una planta baja. “Este sistema fallido está haciendo de sus vidas una miseria, pero no es su trabajo arreglarlo. No pueden, nadie les permite entrar en el departamento de arriba”, dijo siguiendo la metáfora. Según expuso, los ocupantes de la planta baja tendrían derecho a entrar al departamento de arriba para solucionar el problema. “Si la gente blanca no lo arregla, alguien tendrá que subir y derribar la puerta”.
En su primer día de publicación, el post sumó más de dos millones de “me gusta” y la sección de comentarios se llenó de debates a favor y en contra del movimiento Blacks Lives Matter. “Al principio pensé que debía callarme y escuchar a la gente negra sobre este asunto. ¿Pero por qué debería hacer eso? No es un problema de ellos, es mío”, reflexiona el grafitero.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: