La Justicia de EEUU pidió interrogar al Príncipe Andrés por sus vínculos con el fallecido multimillonario pedófilo Jeffrey Epstein

El Duque de York podría ser citado a declarar por su amistad con el financista, que lideraba una red de explotación sexual de mujeres

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El príncipe Andrés, duque de
El príncipe Andrés, duque de York, junto a la reina Isabel, en el balcón del Palacio de Buckingham, en junio pasado durante el festejo de cumpleaños de la monarca. Junto con ellos puede verse a Carlos y a Kate Middleton (The Grosby Group)

El Departamento de Justicia de los Estados Unidos exigió oficialmente a Reino Unido que permita que el Príncipe Andrés sea interrogado sobre sus vínculos con el difunto multimillonario pedófilo Jeffrey Epstein.

El Duque de York, de 60 años, se había negado anteriormente a ser interrogado por los fiscales de Nueva York, en relación con su investigación de la histórica red de tráfico sexual de Epstein. Y aunque él desmiente “categóricamente” cualquier delito, Virginia Roberts Giuffre, ahora de 36 años, lo acusa de haber abusado de ella en tres ocasiones diferentes entre 2001 y 2002, cuando el norteamericano la explotaba sexualmente.

El príncipe Andrés junto con
El príncipe Andrés junto con Virginia Giuffre, quien lo acusó de ser parte de las fiestas sexuales con menores de Jeffrey Epstein y que aseguró haber tenido sexo con el duque cuando aún era menor de edad (The Grosby Group)

Según The Sun, el Departamento de Justicia de EEUU ya solicitó al Reino Unido “asistencia jurídica mutua”, es decir habilitar un acuerdo entre ambos países para garantizar una investigación judicial. Así, por primera vez, el príncipe Andrés podría tener que responder sobre estas graves acusaciones bajo juramento, y no no ante la prensa. Las solicitudes de “asistencia jurídica mutua” sólo se utilizan en casos penales y el pedido podría desembocar en una orden para que el miembro de la Casa real británica sea interrogado ante un tribunal local, por ahora, como testigo. El diario, además, informa que la Justicia británica aún no han tomado ninguna decisión en relación a la solicitud, y es probable que el propio Andrés desconozca la citación porque tanto los EEUU como el Reino Unido están obligados por ley a mantenerla en secreto.

Según el medio británico, el pedido se efectuó el mes pasado y, si hay colaboración británica, los fiscales norteamericanos temdrán dos opciones: pedir que el Duque de York declare de manera voluntaria -en general, a través de un escrito judicial- o, si se niega a cooperar, pueden exigir una orden para que se presente ante los tribunales de Londres.

A diferencia de su madre, la Reina Isabel II, el Príncipe Andrés no tiene inmunidad diplomática. Sin embrago, sí cuenta con un privilegio, el de mantener cualquier interacción con la Justicia “a puerta cerrada”, lo que significa que -de concretarse- la sesión sería privada, sin prensa ni público, y con secreto de sumario.

La amistad del tercer hijo de la reina con el financista norteamericano se transformó en una pesadilla para la monarquía británica. Giuffre asegura que fue forzada por el mismo Epstein, para tener relaciones sexuales con el príncipe Andrés en Londres cuando ella aún era menor de edad y la prensa local lleva meses contando detalles de la participación del Duque en las fiestas sexuales que organizaba el norteamericano.

En diciembre pasado Andrés admitió sentirse arrepentido por haber mantenido su amistad con Epstein después de que fuera declarado culpable de delitos sexuales: “Me quedé con él y eso no es algo digno de un miembro de la familia real, ya que tratamos de mantener los más altos estándares y prácticas”, declaró entonces el príncipe en una entrevista ofrecida a la televisión pública británica.

Epstein con Ghislaine Maxwell, quien
Epstein con Ghislaine Maxwell, quien reclutaba a estas jóvenes, participaba con ellas en algunos de los abusos y hasta las perseguía y amenazaba si se negaban a participar de nuevo (Netflix)

Epstein fue encontrado muerto, ahorcado, en su celda de una cárcel federal de Manhattan, en Nueva York, en agosto de 2019. Murió en su peor momento, lejos del esplendor que supo sentir rodeado de miembros del jet set en sus lujosas propiedades. Según la investigación judicial que lo llevó a prisión, el magnate “explotó y abusó sexualmente a decenas de jóvenes menores de edad en sus residencias de Manhattan, Nueva York, y de Palm Beach, Florida".

Las invitaba a sus mansiones, donde tenía relaciones sexuales con ellas, y “luego les pagaba a cientos de dólares en efectivo”, él mismo o sus empleados. “También le pagaba a algunas de sus víctimas para que reclutaran a más chicas para ser abusadas”, reveló el expediente de su acusación.

El Fiscal Geoffrey Berman acusó
El Fiscal Geoffrey Berman acusó a Epstein de liderar una red de explotación sexual de mujeres y niñas

En el texto de la imputación se indica que las menores eran captadas bajo la idea de darle “masajes” a Epstein y en su residencia este o sus socios les decían que “se desnudaran completa o parcialmente”. Después el magnate “intensificaba la naturaleza y alcance del contacto físico” hasta los actos sexuales. Por cada encuentro las niñas recibían cientos de dólares, y si traían a una nueva potencial víctima ambas recibían pagos extra en efectivo, reveló la Fiscalía, que registró víctimas de de 14 años.

“Epstein era muy consciente de que muchas de sus víctimas eran menores de edad y sin sorpresas, algunas de las chicas que Epstein presuntamente victimizó eran particularmente vulnerables a la explotación”, dijo el fiscal del distrito sur de Nueva York, Geoffrey Berman, en esa época.

Tráiler del documental de Netflix "Jeffrey Epstein, Asquerosamente Rico"

Una costosa amistad

Andrés y Epstein se conocieron a principios de los 2000 y desde entonces forjaron una gran amistad. Autosuficiente, hecho multimillonario desde la nada misma, el norteamericano compartía con el príncipe sus helicópteros, jets, mansiones, cruceros... y, al parecer, hasta las mujeres. Como respuesta, el británico lo invitaba a participar de banquetes menos lujuriosos, aunque atractivos desde el punto de vista social, algo fundamental para Epstein, un hombre acusado -por si fuera poco- de ser un gran lavador de dinero. Fiestas de cumpleaños en el Castillo de Windsor, jornadas de caza en Sandringham... Era parte del círculo íntimo de la realeza británica. O al menos de parte de él.

La isla privada de Epstein,
La isla privada de Epstein, donde supuestamente invitaba a ricos y famosos para sus fiestas sexuales

Así fue como el Duque de York comenzó a tener un nivel de gasto inverosímil para sus ingresos. ¿De dónde provenían? Como miembro de la familia real británica, Andrés percibe un ingreso anual de 250 mil libras, unos 320 mil dólares. Eso es lo que destina la reina Isabel para su tercer hijo. A eso se le suman otras 20 mil libras (25 mil dólares) producto de la pensión por ser ex miembro del Ejército de la Corona. Si bien 355 mil dólares no es una cifra para nada despreciable, no es suficientes para cubrir sus cuantiosos gastos.

Es que Epstein, de acuerdo con un artículo publicado por el diario DailyMail, fue quien le permitió a Andrés vivir como un verdadero aristócrata dispensador de dinero compulsivo. Sus jets, islas privadas y mansiones, estaban a su disposición. Al servicio de su majestad. Costo cero para la Corona. Incluso se cree que hacia comienzos de esta década también le dio vía libre de gastos. El multimillonario de Nueva York ya era un pedófilo para entonces, de acuerdo con las pruebas recogidas por la Justicia de esa ciudad. ¿Ya lo sabía Andrés? Eso es lo que la Justicia norteamericana, entre otros cosas, intenta averiguar.

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