El líder de Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI), el argelino Abdelmalek Droukdal, fue abatido por las fuerzas francesas en el norte de Malí, cerca de la frontera argelina, afirmó el viernes en Twitter la ministra de las Fuerzas Armadas, Florence Parly.
Este jefe histórico islamista en Magreb, comandante de varios grupos yihadistas de Sahel, murió el jueves en el noroeste de la ciudad maliense de Tessalit, supo la agencia de noticias francesa AFP.
“Varios de sus cercanos colaboradores” también fueron “neutralizados”, según la ministra.
“Abdelmalek Droukdal, miembro del comité director de Al-Qaeda, comandaba todas las tropas de Al Qaeda de África del Norte y de la franja saheliana, entre ellas el JNIM, uno de los principales grupos terroristas activos en Sahel”, según Parly.
El jefe de AQMI recibió el apoyo de varios grupos yihadistas activos en Sahel, congregados desde 2017 en el Grupo de apoyo al islam y a los musulmanes (GSIM), dirigido por el tuareg maliense Iyad Ag Ghaly.
La fuerza francesa antiyihadista Barkhane, con más de 5.000 militares y apoyados por sus socios africanos, ha aumentado en los últimos meses las ofensivas en Sahel para tratar de detener la espiral de violencia que, junto con conflictos intercomunitarios, causaron 4.000 muertos en Malí, Níger y Burkina Faso el año pasado, cinco veces más que en 2016, según la ONU.
La ministra Florence Parly también explicó que el 19 de mayo tropas francesas habían capturado a Mohamed el Mrabat, veterano yihadista y uno de los responsables del Estado Islámico en el Gran Sahara (EIGS), “la otra gran amenaza terrorista” en la zona.
Parly felicitó a las tropas por esas operaciones, dio las gracias a todos los que habían contribuido a su realización y afirmó que las fuerzas francesas y sus socios del G5 Sahel seguirán persiguiendo “sin descanso” a esos grupos.
Recordó que Francia y esos países del G5 Sahel (Mali, Burkina Faso, Níger, Mauritania y Chad) habían reafirmado en la cumbre que celebraron el pasado 13 de enero en la ciudad francesa de Pau su determinación para luchar contra los grupos terroristas que operan en el Sahel.
A su parecer, esta última operación contra el cabecilla de AQMI constituye “un gran éxito” en la “lucha esencial para la paz y la estabilidad en la región”.
Con información de AFP y EFE
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