El gobierno de Rusia ha enviado un segundo lote de avanzados cazabombarderos Mig-29 a Siria para asistir al régimen de Bashar al Assad, enfrascado desde 2011 en una cruenta guerra civil, según informó el miércoles la embajada rusa en Damasco.
De acuerdo al comunicado oficial, las aeronaves están destinadas a la fuerzas aérea siria y ya están operando en misiones ofensivas en el espacio aéreo del país árabe.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ordenó la semana pasada a sus ministros de Exteriores y Defensa que entablen conversaciones con sus aliados sirios para obtener mayor acceso a las instalaciones portuarias que el país mantiene sobre el Mar Mediterráneo, más allá de las bases militares rusas que ya existen en Tartus (Marina) y Hmeimim (Fuerza Aérea), en el oeste de Siria.
Tartus y Hmeimim son las únicas bases militares que Rusia mantiene en la región del Mediterráneo, y poseen una enorme importancia estratégica para Moscú.
En el marco de estos diálogos, Moscú ha estado enviando equipamiento militar al ejército sirio para asistirlo en sus operaciones contra el último reducto rebelde en Idlib, las cuales no se han visto afectadas por la pandemia de coronavirus que parece acaparar la atención en el resto del mundo.
De hecho, la misma Rusia pareció durante un tiempo demasiada concentrada en los contagios dentro de sus propias fronteras. Pero ya no más. El miércoles el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) reportó que aviones de la fuerza aérea rusa habían vuelvo a bombardear distintos puntos del noroeste de Siria aún bajo control rebelde, después de una pausa de tres meses.
La llegada de los “Fulcrum”
El primer envío de los Mig-29 (conocido como “Fulcrum” para la OTAN) se completó el 30 de mayo, mientras que el segundo lote llegó a Hmeimim el miércoles, de acuerdo a la embajada rusa y a la agencia de noticias del régimen sirio, SANA.
“El Ejército Árabe Sirio ha recibido un segundo lote de los avanzados cazas Mig-29 de parte de Rusia, en el marco e la cooperación técnica y militar entre nuestros países. Los sirios ya están realizando misiones con esos aviones”, dice el comunicado de la embajada, sin acalarar cuántas aeronaves fueron entregadas.
De acuerdo al reporte de SANA, publicado a fines de mayo, los Mig-29 que arribaron al país son una versión más avanzada de los aproximadamente 20 que siguen en uso en la fuerza aérea de Siria de un total de 48 comprados a finales de la década de 1980. Esa misma fuente señalaba que las operaciones con el nuevo equipo comenzarían el 1 de junio.
Rusia es el principal aliado del régimen sirio y, para la mayoría de los analistas, la única razón por la que el dictador Al Assad no cayó ante la ola de levantamientos que comenzaron en 2011 y arrastraron al país a una larga y cruenta guerra civil que aún persiste. Gracias a la ayuda rusa, Damasco logró recomponerse y se encuentra ahora lanzando una ofensiva final contra el último reducto de rebeldes y yihadistas en la provincia de Idlib, aunque vasta porciones de territorio del país siguen en manos de fuerzas controladas por Turquía y de kurdos que cuentan con el apoyo de las potencias occidentales.
Estados Unidos acusó Rusia en mayo de desplegar cazabombarderos de su propia fuerza aérea en Libia, en apoyo de los mercenarios rusos que ya están peleando junto a las fuerzas del Ejército Nacional Libio (LNA) de Jalifa Haftar, una de las dos fuerzas que combaten en la guerra civil en ese país.
Las aeronaves se habrían trasladado desde la base Hmeimim en Siria, y en redes sociales surgieron imágenes de cazas Mig-29 y aviones de ataque Su-24 a los que les habían borrado las insignias rusas.
La guerra civil Libia comenzó en 2014 y ha atraído, al igual que el conflicto en Siria, a diferentes potencias regionales como Rusia, Emiratos Árabes Unidos y Egipto, que apoyan al LNA, y Turquía, que apoya al Gobierno de Acuerdo Nacional, el único que reconocido por la comunidad internacional.
Con información de Reuters
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