China adoptó la decisión de no establecer un objetivo de crecimiento anual este año, dijo el viernes el primer ministro Li Keqiang, en un paso incomún para el gigante asiático, gravemente golpeado por la pandemia del nuevo coronavirus.
“Nuestro país enfrentará ciertos factores que son difíciles de predecir”, dijo en la apertura del Congreso Nacional del Pueblo, y por ello el gobierno “dará prioridad a estabilizar el empleo y garantizar el nivel de vida”.
China ha contenido en gran medida la epidemia en su territorio y las restricciones de movimiento se están levantando gradualmente, pero las consecuencias del virus en su economía están destinadas a durar.
Li también anunció que se esperaba que el déficit fiscal de China superara el 3,6% del Producto Interno Bruto este año, con un aumento del déficit en un billón de yuanes (unos 140.000 millones de dólares) con relación al año pasado.
También serán emitidos bonos por otro billón de yuanes, agregó el funcionario, quien dijo que se trataba de “medidas extraordinarias para un momento inusual”.
Los dos billones de yuanes se transferirán en su totalidad a los gobiernos locales, y los fondos se utilizarán principalmente para garantizar el empleo, satisfacer las necesidades básicas de vida y proteger las entidades del mercado, dijo Li.
También señaló que los gobiernos en todos los niveles deberían “apretarse el cinturón”, y que todos los tipos de fondos excedentes, inactivos y remanentes serán retirados y reasignados, para ser utilizados mejor.
Es la primera vez en los últimos años que los funcionarios deciden no adoptar un objetivo de crecimiento, que generalmente se considera una señal de los recursos que los líderes están dispuestos a gastar para apuntalar la economía.
Li dijo que China está “muy consciente de las dificultades y problemas” que enfrenta el país, y mencionó que la epidemia de COVID-19 puso toda la economía mundial en recesión.
Antes de la pandemia se esperaba que China anunciara un objetivo de crecimiento de alrededor del 6% este año, lo que le permitirá cumplir con su compromiso político clave de duplicar el producto interno bruto de 2010 a 2020.
Pero como la epidemia hizo que el crecimiento económico se redujera un 6,8% en el primer trimestre, ese objetivo ya no era realista.
Con información de EFE
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