El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este jueves el retiro de su país del Tratado de Cielos Abiertos de la Organización de Seguridad y Cooperación Europea (OSCE), un pacto de control de armas en el que participan 34 Estados, por considerar que Rusia ha violado reiteradamente el acuerdo.
“Rusia nunca adhirió al tratado, así que hasta que lo hagan, nos iremos, aunque hay buenas chances de podamos llegar a un nuevo acuerdo o hacer algo para hacer que se acuerdo vuelva a funciona”, dijo Trump en un conferencia de prensa desde la Casa Blanca.
Durante esta semana el gobierno Estados Unidos ya había estado comunicando las intenciones de salida a su aliados, reportó The Washington Post.
Trump comunicará su decisión a Rusia este viernes, y la retirada de Estados Unidos del tratado se hará efectiva dentro de seis meses, explicó a la agencia EFE este jueves un alto funcionario estadounidense, que pidió el anonimato.
El viceministro de Exteriores ruso, Alexander Grushko, indicó que el “retiro de Estados Unidos del Tratado no sería sólo un golpe a los fundamentos de la seguridad europea, sino también los intereses en seguridad de aliados estratégicos de Estados Unidos”.
Grushko argumentó además que Trump citaba “cuestiones técnicas”, en referencia a las presuntas violaciones rusas, como fundamento para salirse del Tratado, cuando estas podrían solucionarse mediante los mecanismo internos del instrumento.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, indicó en un comunicado del Departamento de Estado que su gobierno “entendía” que los aliados de Estados Unidos en Europa sigan valorando el Tratado de Cielos Abiertos, y es por esa razón que el retiro no tuvo lugar antes.
“No estamos dispuestos, sin embargo, a perpetuar los problemas actuales del Tratado generado por la desconfianza y las amenazas que ha provocado Rusia, sólo para montar una fachada vacía de cooperación con Moscú”, expresó.
“No se equivoquen, sólo Rusia tiene responsabilidad por estos hechos, y por la continua erosión de la arquitectura de control de armas. Seguimos comprometidos a un control de armas que permita la seguridad de Estados Unidos y sus aliados, y que sea verificables”, añadió.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la que Estados Unidos y gran parte de Europa forman parte, tendrá una reunión de emergencia para analizar la situación luego de los recientes anuncios, indicó una fuente diplomática a la agencia AFP.
Los alcances del Tratado
El Tratado de Cielos Abiertos, negociado hace casi tres décadas y en vigor desde 2002, permite a los Estados miembros sobrevolar cualquier parte del territorio de otro estado miembro, fotografiando desde el aire, con una resolución máxima de 30 centímetros.
El pacto -del que forman parte Estados Unidos, Rusia, Canadá y casi toda la Unión Europea- es uno de los esfuerzos de control internacional de armas más amplio jamás realizado con el objetivo de promover la transparencia en las fuerzas y actividades militares.
Estados Unidos se queja desde hace tiempo de que Rusia viola el acuerdo porque impide supervisar desde el aire los ejercicios militares rusos, y no permite los vuelos sobre ciudades donde Estados Unidos cree que Rusia tiene armas nucleares que podrían alcanzar Europa.
Según el diario The New York Times, la inteligencia estadounidense cree, además, que Rusia puede estar utilizando sus sobrevuelos de Estados Unidos para identificar infraestructuras clave del país que pueden ser vulnerables a ciberataques.
La retirada del tratado, que los aliados europeos de Estados Unidos ya veían venir desde hace tiempo, ahonda en las tensiones entre la administración Trump y el régimen internacional de control de armas, y en particular a la infraestructura creada para supervisar a las dos mayores potencias en ese ámbito, Estados Unidos y Rusia.
A mediados del año pasado, Trump se retiró también del Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF), destinado a eliminar todos los misiles nucleares y convencionales de corto y mediano alcance de Estados Unidos y Rusia, lo que llevó a Moscú a abandonar también ese pacto y aumentó el temor de una nueva carrera armamentística.
Esa medida dejó en vigor un único pacto entre ambos países para la reducción de armas nucleares, el Nuevo START, que expira en 2021 y que Rusia ha propuesto renovar sin condiciones, pero las conversaciones al respecto no han avanzado.
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