A partir de ahora, cuando una persona salga de viaje ya no podrá llevar a cabo el emotivo ritual de despedida. Tampoco el de recibimiento. También pasará por controles obligatorios de toma de temperatura y, eventualmente, pruebas de COVID-19. Y por supuesto, tendrá que usar mascarilla y mantener una distancia de un par de metros con las demás personas.
Se trata de las medidas anunciadas por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés) que este martes fueron presentadas dentro del plan para el reinicio de la aviación.
Detalladamente, IATA explicó varios de los nuevos procesos que se llevarán a cabo a partir de ahora al momento de viajar.
Empiezan por el momento previo a el día del viaje: ahora solicitarán información más detallada de los clientes -vía electrónica- para saber todo lo necesario en caso de que se presente alguna situación extraordinaria con los pasajeros. Eso sí, garantizan que se dará un buen uso a dichos datos.
Antes de abordar
Principalmente, queda fuera la habitual tradición de acompañar y despedir -así como recibir- a los viajeros en los controles de seguridad de los aeropuertos. IATA dejó claro que solo podrán estar dentro de estos recintos los trabajadores y quienes vayan a realizar el viaje. A excepción de las personas con discapacidad, movilidad reducida o menores de edad; ellos sí podrán ingresar con un acompañante.
De igual manera, se establece el control de toma de temperatura a todas a todo aquel que vaya a ingresar a los aeropuertos. Estos estarán en la entrada y estarán a cargo de profesionales quienes decidirán si los examinados son aptos para entrar. Eventualmente, una vez avalado por organismos internacionales de sanidad, será obligatorio el test de COVID-19 antes de ingresar a los aeropuertos.
Medidas generales en esta pandemia como el uso de mascarillas para trabajadores y pasajeros; sanitización constante de todas las áreas al interior de los recintos aéreos; el distanciamiento de uno a dos metros entre las personas, también son esenciales en la nueva normalidad para viajar
La asociación hizo hincapié en los “pasaportes de inmunidad”: “En principio, creemos que los pasaportes de inmunidad podrían desempeñar un papel importante al facilitar el reinicio de los viajes aéreos. Si un pasajero es documentado como recuperado de COVID-19 y por lo tanto como inmune, no necesitarían medidas de protección como cubrirse la cara o los controles de temperatura durante el proceso de viaje”.
Sin embargo, resaltaron que como aún no se cuenta con evidencia concluyente respecto a la inmunidad del nuevo coronavirus, los “pasaportes de inmunidad” aún no son una opción.
El proceso de abordaje
La IATA se pronunció por prescindir de la presentación impresa de pases de abordar o etiquetas de equipaje. Proponen que la mayor parte del proceso de check-in se haga desde antes de llegar al aeropuerto, en medida de lo posible.
Una vez por abordar, se inclinaron por priorizar el uso de la máquinas de autoservicio para check-in así como para reconocedores digitales de rostro en el control de aduanas y al momento de subir al avión, en este último punto afirmaron que se tendrá vigilancia reforzada para vigilar que se cumple adecuadamente la medida de san distancia.
Respecto al equipaje, explicaron que cuando se lleve en mano, se intentarán hacer las revisiones con el menos contacto humano posible. Mientras que al momento de reclamarlo, se acelerará la entrega para que los pasajeros no pasen mucho tiempo en el área de entrega y que puedan mantener la distancia física con los demás.
Por otro lado, para quienes hagan escalas, solamente pasarán por un control de seguridad en el total de su trayecto, es decir, ya no habrá chequeo en cada punto al que arriven, como normalmente se hace.
Sin duda, las aerolíneas de todo el mundo han sido del sector más golpeado por la pandemia del COVID-19.
La Organización Internacional de Aviación Civil (OIAC), había advertido ya que, hasta septiembre, la crisis les podría significar la pérdida de 1.200 millones de pasajeros.
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