El polémico médico Alexandr Myasnikov, nombrado por el gobierno de Vladimir Putin como principal vocero ante la pandemia de coronavirus, realizó controversiales declaraciones sobre la mortalidad de la enfermedad, en la jornada en que el país registró un nuevo récord diario de muertes por COVID-19.
“La infección causará su efecto y todos la tendremos. Aquellos que deban morir, morirán. Todos mueren”, declaró en una entrevista con un presentador afín al Kremlin.
El especialista, acostumbrado a realizar declaraciones filosas y muchas veces sin sustento, pidió a la población que no entre en pánico en caso de presentar algún síntoma. “Incluso si llegase a ser coronavirus, ¿y qué?”, se preguntó. Según explicó, es necesario hacer un test para, en caso de ser positivo, evitar contagiar a otros, pero dijo que el país se quedaría sin exámenes “si todos corren a chequearse después de cada estornudo”.
La infección causará su efecto y todos la tendremos. Aquellos que deban morir, morirán. Todos mueren
Ante la polémica surgida en las redes y los medios locales, Myasnikov aseguró que fue sacado de contexto y que su única intención era llevar calma a los que sufren incertidumbre y miedo.
“No hay necesidad de perder energía y destruir la mente con el pánico. Todos somos mortales”, escribió en sus redes sociales, donde tiene cientos de miles de seguidores.
“El hecho de que una persona sea mortal no debe oscurecer nuestros días. Deberíamos simplemente vivier y disfrutar la vida”, consideró.
El gobierno ruso informó este miércoles que fallecieron otras 135 personas, lo que eleva el total a casi tres mil víctimas mortales por la pandemia. Además se detectaron 8.764 nuevos contagios, lo que eleva el total de casos confirmados a 308.705. La baja tasa de letalidad es explicada por el gobierno por la gran cantidad de tests que realiza, mientras que los críticos del Kremlin aseguran que los conteos esconden la cifra real de víctimas fatales.
Myasnikov se ha distinguido en los últimos meses por crear polémicas sobre la crisis del nuevo coronavirus, minimizando la gravedad de la enfermedad.
En la Pascua ortodoxa, llamó a mantener abiertas las iglesias ya que la fe, según él, “moviliza la inmunidad y las fuerzas internas”, una afirmación sin respaldo científico. Incluso la propia iglesia instó a los rusos a permanecer en casa, de acuerdo con el confinamiento ordenado por los poderes públicos.
En una entrevista con un canal ortodoxo en marzo, Myasnikov llamó al Covid-19 “un resfriado común”, y dijo que las posibilidades de infectarse eran extremadamente pequeñas. “Todo está en manos de Dios”, dijo, y expuso como argumento que un esotérico “libro del destino” utilizado por los adivinos predice que “la muerte por coronavirus sólo afectaría a varios individuos de entre miles de millones”.
“Así que todo el mundo relájese”, añadió. Posteriormente, admitió en su canal de Telegram que subestimó la amenaza.
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